El Congreso ha rechazado este martes la iniciativa de Vox para expulsar migrantes irregulares, eliminar subvenciones a organizaciones no gubernamentales, y suspender la cooperación y las ayudas a países africanos. En concreto, la proposición ha contado con el único voto a favor de Vox, la abstención del PP y el voto en contra del resto de fuerzas. Se trata de una proposición no de ley de 19 puntos con la que Vox quiere «acabar con las políticas de efecto llamada» e «impulsar que todas las administraciones públicas trasladen el mensaje claro de que cualquier inmigrante que entre de manera ilegal en España nunca podrá regularizar su situación en nuestro país ni recibir ningún tipo de ayuda pública». En la exposición de motivos, Vox insta al Gobierno a «proceder a tramitar de forma preferente y urgente la inmediata expulsión de todos los inmigrantes que accedan ilegalmente a nuestro país» y a «eliminar las subvenciones a asociaciones, organizaciones, fundaciones u oenegés que promuevan o faciliten de cualquier forma la inmigración ilegal y el tráfico de personas, así como a promover el endurecimiento de las penas contra las mafias de la inmigración ilegal y a todos sus colaboradores».
El diputado de Vox Ignacio Hoces ha recalcado en su defensa de la iniciativa que «los datos de la inmigración ilegal en España son escalofriantes y terroríficos» y ha apuntado que las consecuencias «son un drama que solo parece importar a Vox». Sobre la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para regularizar de forma extraordinaria a más de 500.000 migrantes que recientemente acordó tramitar el Congreso de los Diputados, Hoces ha dicho que se ha lanzado «el peor de los mensajes que se puede lanzar a las zonas subdesarrolladas del planeta y también a las mafias que trafican con inmigrantes ilegales». «Les han dicho que en España no es necesario cumplir la ley, que no es necesario entrar legalmente», ha destacado. En este sentido, ha indicado que hay que mandar el mensaje de que «cualquier inmigrante que entre ilegalmente en España será deportado lo antes posible a sus países y por supuesto también que jamás verá su situación regularizada».
«Propaganda del miedo»
En el turno de portavoces, por el Grupo Parlamentario Socialista, André Diouf ha acusado a Vox de utilizar el «populismo» y la «propaganda de miedo» cuando se trata de abordar la «realidad» migratoria en España. «Señalan a uno de los colectivos más vulnerables, como delincuente, como terrorista, como parias. Amenazan a entidades sociales que están atendiendo a la población inmigrante porque lo que quieren es que cambie nuestro orden social», ha asegurado. Asimismo, el socialista ha subrayado que el PSOE votará «en contra de todo lo que vulnera los derechos humanos, la igualdad, la no discriminación» y ha recalcado que Vox nunca logrará que voten a favor de lo que vulnera la democracia. «Siempre vamos a votar contra sus bulos y sus mentiras», ha dicho Diouf. Por su parte, María Isabel Sánchez, del Grupo Parlamentario Popular, ha expuesto que el PP no está de acuerdo «ni con papeles para todos de la izquierda, ni con la criminalización del extranjero por el simple hecho de serlo». Igualmente, ha apuntado que su formación apuesta por una «política seria, de rigor, con altura de miras», así como de «una política migratoria que se aborde de una manera integral, impulsando vías seguras, regulares y ordenadas de migración». Tesh Sidi, de Sumar, ha criticado a Vox por llevar al Congreso de los Diputados iniciativas «apocalípticas» y «vacías de contenido» y ha invitado al PSOE a aprobar la ILP para regularizar extranjeros. «Hoy votaremos no a su masculismo, hoy votaremos no a su transfobia, pero hoy más que nunca votaremos no al racismo», ha afirmado. Por el Grupo Parlamentario Republicano, Salvador i Duch ha señalado que la propuesta de la formación que lidera Santiago Abascal se parece más al título de «una película de terror o de una película de ciencia ficción de bajo presupuesto» que a «una propuesta basada en una descripción precisa de la realidad».