El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, apuntó este pasado miércoles a la influencia de un supuesto 'eje del mal' para la democracia en España instalado en algunos países de América del Sur y el Caribe. Son nombres recurrentes en determinados ambientes, nada novedoso, a la vista de todos. El mismo día en que múltiples ambientes celebraban el pacto que posibilita la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Feijóo ha alertado de que España se enfrenta a «riesgos democráticos» que son «similares» a los que padecen países como Venezuela, Cuba o Nicaragua.
Feijóo puso el acento en los «intentos» del Gobierno de Pedro Sánchez de «controlar» el Poder Judicial y los medios de comunicación, el «debilitamiento del control parlamentario» o la «ocupación» de organismos del Estado. «Debemos alejarnos de paternalismos y de la tentación de creernos por encima de los peligros que acechan a las democracias y muy al contrario, hemos de tomar nota de lo que ocurre en otras latitudes y unirnos en una lucha común, en qué en defensa de los valores democráticos de la institucionalidad del Estado de Derecho del pluralismo y de los derechos humanos», ha declarado Feijóo en el XVII Foro Atlántico 'América y Europa: Democracia y Libertad' celebrado en Casa América, en el que han participado también el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, el escritor y filósofo Fernando Savater, la líder opositora venezolana María Corina Machado, el expresidente de Ecuador Guillermo Lasso, el expresidente de México Felipe Calderón, Iván Duque y el exministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, entre otros.
En su intervención, y un día después de que PSOE y PP hayan sellado un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Feijóo ha citado algunos de los «riesgos democráticos» que, a su juicio, se están produciendo en España, como como los «intentos de controlar el Poder Judicial, el TC y los medios de comunicación». Además, ha advertido del «debilitamiento» del control parlamentario por parte de un Gobierno sin mayoría parlamentaria, subrayando que en las pocas ocasiones que legisla lo hace a través de decreto ley y que emplea las sesiones de control para «insultar» a la oposición en lugar de rendir cuentas. También ha denunciado la «ocupación» del Estado y de buena parte de los entes y organismos públicos, como el Tribunal Constitucional, el CIS, RTVE o la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), así como la irrupción del Gobierno en sectores productivos con el fin de controlarlos y orientarlos con dinero público.
Además, el líder del PP ha aludido a «las redes clientelares», asegurando que llevan «meses conociendo detalles cada vez más escabrosos de unas tramas de corrupción, de prácticas corruptas y de comportamientos absolutamente censurables que afectan al Gobierno, al PSOE y al entorno del presidente», en alusión al llamado 'caso Koldo' y la investigación judicial a su esposa o su hermano. «Este conjunto de fenómenos que les describo nos sitúan también en España ante una coyuntura de riesgo democrático. Si alertamos por la situación de algunas naciones iberoaméricas, debemos igualmente alzar la voz con la misma rotundidad respecto de cosas que suceden o empiezan a suceder en España», ha manifestado. El líder del PP ha avisado que «ningún país está a salvo de sufrir retrocesos democráticos» y «ninguna democracia es inmune a la acción de aventureros irresponsables que la quieren menoscabar».
«Ninguna Constitución sobrevive a la falta de voluntad de cumplirla, tanto la Constitución como de cumplir las leyes por parte de los poderes públicos», ha apostillado. Tras asegurar que España es «una nación americana», haciendo suya esa frase del Rey Felipe VI, Feijóo se ha referido a lo que ocurre en varios países de Iberoamérica, con mención especial a Venezuela, Cuba o Nicaragua. «No podemos vacilar a la hora de denunciar y criticar las dictaduras las derivas populistas y autoritarias. Sin libertad todo se corrompe, sin libertad no hay dignidad, sin libertad no puede haber prosperidad», ha resaltado.
En este sentido, ha subrayado que Cuba «no tiene un régimen democrático desde hace más de 60 años», Venezuela «sufre un régimen bolivariano desde hace ya 25 años» y Nicaragua «ya está incorporada a este club». «Estos regímenes que hablan en español no solo empobrecen a sus ciudadanos, sino que además provocan una corrupción obscena», ha manifestado, para añadir que «además se apoyan en países como Rusia como Irán», cuyo objetivo «es desestabilizar las democracias». Es más, ha subrayado que esos regímenes presentan variantes de la misma receta: control de los medios, del Poder Judicial y de sectores productivos, ocupación de las instituciones del Estado, debilitamiento del control parlamentario, prácticas clientelistas y un cierto grado de represión. «Sin libertades políticas no puede combatirse la desigualdad, caldo de cultivo de los populismos. Y para sostener esa libertad tenemos que ampliar la clase media», ha remarcado.