El PP ha acusado al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de impulsar una «caza de brujas» y de perseguir a la prensa crítica amenazando con la «asfixia económica» a los medios que «no ocultan la corrupción del Gobierno, del PSOE y de la familia del propio Pedro Sánchez».
Fuentes oficiales de la dirección nacional del PP han mostrado así el rechazo del partido de Alberto Núñez Feijóo al plan de regeneración democrática anunciado este lunes por Sánchez que limitará la financiación pública de los medios de comunicación con la meta de atajar la desinformación y los bulos. La eurodiputada del PP, Dolors Montserrat, ha señalado este lunes, al acudir al Congreso a recoger su credencial como eurodiputada, que su grupo defenderá en Europa el estado de Derecho y la libertad frente a un presidente del Gobierno al que acusa de manosear las instituciones y señalar a la prensa y la oposición.
La regeneración de Sánchez es «degeneración y sus tics totalitarios son incompatibles con la democracia», ha apuntado por su parte en un mensaje en X la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. Fuentes oficiales del PP han denunciado que Sánchez haya concretado su plan «en la semana en la que su mujer declara como imputada por corrupción, puede ser imputado el fiscal general del Estado por perseguir políticamente a Isabel Díaz Ayuso y el TC podría seguir abaratando sentencias condenatorias por el caso de los ERE».
«Sánchez no responde ante esas informaciones acudiendo a los juzgados sino amenazando a esas cabeceras con su asfixia económica. No busca defender la verdad sino silenciarla», han trasladado desde la dirección nacional del PP. El PP pide la dimisión del fiscal general del Estado si es imputado
Por otra parte, el PP ha vuelto a reclamar la dimisión del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en caso de que este sea imputado por la filtración de datos de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, tras respaldar Sánchez al fiscal y defender que no hay motivos para su dimisión. Los populares ha sostenido además que el Gobierno de Sánchez sabía y tapó que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, pisaría suelo europeo, pese a tenerlo prohibido, aterrizando en el aeropuerto madrileño de Barajas, como sostiene una publicación este lunes en ABC.