La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha condenado la «hipocresía» en torno a la acogida de menores migrantes y ha recordado que las comunidades han escolarizado a más de 30.000 ucranianos desde que empezó la invasión rusa. «Y no hemos escuchado ni un solo titular», ha subrayado.
En declaraciones a los medios tras participar en un encuentro con personas mayores migrantes en la sede del ministerio con motivo del Día Internacional del Migrante, que se celebra este miércoles, Saiz ha hecho esta reflexión y ha apelado a la responsabilidad del PP para cambiar la ley de extranjería. «Ya basta de tener un doble discurso, una doble moral, ya basta de hipocresía... es el momento de la responsabilidad, de la solidaridad», ha defendido. Saiz ha asegurado que, por parte del Gobierno, está «la mano tendida» para modificar el artículo 35 de la ley y establecer un mecanismo de acogida obligatorio entre las comunidades que alivie los recursos de zonas de llegada como Canarias y Ceuta.
Preguntada por la propuesta que el Gobierno de Canarias ha puesto ahora sobre la mesa -una distribución puntual de los menores sin modificar la ley que, según el Ejecutivo de las islas, podría contar con el apoyo de Junts- Saiz ha señalado que «las fórmulas se pueden explorar», siempre que las permita la legislación vigente, pero «lo importante es la altura de miras».
Ha recordado que Coalición Canaria gobierna en las islas con el PP, que «ni siquiera ha querido tomar en consideración» esta propuesta de reformar la ley. Sobre el acto que ha tenido lugar este miércoles, Saiz ha destacado que es «muy importante» para luchar contra el racismo y la xenofobia tener empatía y escuchar historias de vida y en el encuentro de este miércoles ha podido conversar con personas que llevan muchos años en el país. Ha puesto como ejemplo de ello a una mujer que le ha contado que tiene su propio negocio de hostelería en Usera y, con más de 70 años, le ha transmitido su ilusión porque está a 14 meses de jubilarse.
A modo de balance, Saiz ha señalado que éste ha sido un año «muy exigente y transformador» por, entre otras cosas, el desafío de gestionar las crecientes llegadas irregulares a las costas y sacar adelante un nuevo reglamento de extranjería que, ha asegurado, va a dar respuesta a muchas personas que ya están en el país. Sobre 2025, ha anticipado que «España va a ser el faro mundial que guíe y que combata el avance de la ultraderecha, el avance de los mensajes xenófobos, y que ponga en valor el aporte de la población extranjera trabajando con los derechos humanos en el centro y, por supuesto, por una inclusión y una integración».