Lucía Muñoz y Alejandra Martínez no regresarán a Mallorca sin Reyes Rigo, que sigue retenida en Israel. Ambas se quedarán en Madrid «exigiendo al Gobierno de España que garantice su inmediato regreso a casa». El objetivo que persiguen es «continuar visibilizando el caso y presionar políticamente por su liberación».
Muñoz y Martínez «exigen al Gobierno de España y al Ministerio de Asuntos Exteriores que actúen de inmediato para obtener información sobre Reyes Rigo, garantizar su seguridad y asegurar su retorno a España». Las activistas y militantes de Podemos consideran que el Estado español tiene la responsabilidad de proteger a sus ciudadanas. En este sentido, han expresado su preocupación porque «no hay información sobre su estado de salud ni sobre cómo está siendo tratada» Rigo.
Las activistas argumentan insisten en que el trato que ellas mismas recibieron, siendo ciudadanas europeas con visibilidad pública, «demuestra la gravedad de la represión ejercida por Israel. Si esto ocurre con activistas del norte global, con el mundo mirando, es fácil imaginar lo que se perpetra cada día contra las compañeras del sur global y el propio pueblo palestino».
Como se recordará, Martínez y Muñoz regresaron a España este pasado lunes 6 por la noche, tras ser deportadas junto a otros activistas europeos desde Tel Aviv. A su llegada, han explicado que «durante los días de reclusión sufrieron privación del sueño, maltrato físico y psicológico y violencia institucional».
Martínez ha explicado que «Rigo fue víctima de un episodio de extrema violencia dentro de su celda. En un momento en que las autoridades carcelarias las obligaron a cambiar de celda, las activistas se negaron a hacerlo sin los pocos colchones que habían logrado conseguir tras varias noches sin dormir. Inicialmente, los guardias accedieron a que los recuperaran, pero poco después cambiaron de decisión e intentaron retirarles los colchones por la fuerza. En ese momento, Reyes Rigo y otra activista, Nina, quedaron algo separadas del grupo. Los agentes se lanzaron sobre Nina, y Reyes, al intentar protegerla, intervino. Se produjo entonces un forcejeo durante el cual ambas fueron arrastradas violentamente del pelo».
Posteriormente, «las dos fueron devueltas a la celda donde se encontraban el resto de activistas. Sin embargo, poco tiempo después, alrededor de una veintena de agentes de la prisión, algunos armados con fusiles de asalto, irrumpieron de forma masiva en la celda y se llevaron nuevamente a Reyes y a Nina». Ese fue el último momento en que las activistas vieron a su compañera mallorquina.
Desde entonces, no han vuelto a saber nada de Rigo, por lo que aseguran que están «profundamente preocupadas por su integridad física y psicológica». En este sentido, exponen que cuando exigieron información sobre Rigo antes de ser trasladadas al aeropuerto, los agentes israelíes se negaron a responder. Ante esa negativa, las activistas decidieron no abandonar la celda hasta obtener una explicación. Como respuesta, fueron «sacadas por la fuerza, maniatadas y arrastradas hasta el autobús».
Para las mallorquinas que han viajado en la flotilla, «la brutalidad de estos hechos pone de relieve la impunidad con que actúan las autoridades israelíes y la urgencia de una respuesta firme por parte del Gobierno español y de la comunidad internacional. En este sentido, Muñoz denuncia que «no es un caso aislado, sino que forma parte de un patrón de violencia que sufrieron durante su secuestro. Ese es un ejemplo del tipo de trato que hemos sufrido ciudadanos del norte global con todo el mundo mirando. Imaginad lo que pueden hacer con las compañeras del sur global y con el propio pueblo palestino».
Pues con la Belarra se partian el culo. Se veia que estaban muy preocupadas por su amiga del alma.