El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el presidente de la comisión de investigación del Senado sobre el 'caso Koldo', el 'popular' Eloy Suárez Lamata, han protagonizado un rifirrafe al inicio del interrogatorio al presidente del Gobierno, con acusaciones cruzadas y diferentes llamadas al orden a senadores socialistas. Ha sido durante las preguntas de la senadora de UPN, María del Mar Caballero, cuando Eloy Suárez ha decidido intervenir para apostillar a Sánchez que hacía una pregunta «muy concreta» que, a su juicio, no ha sido respuesta: «Entiendo que quiera extender el tiempo lo que crea oportuno».
En este contexto, el presidente de la comisión ha advertido que si cree que Sánchez está «abusando» de esta conducta, se verá «en la necesidad de extender el tiempo» que tienen los grupos. Ante esto, Sánchez ha tirado de ironía para responder al 'popular' Eloy Suárez Lamata: «Me va a permitir que agradezca la imparcialidad del presidente de esta comisión, es un sarcasmo».
Esto ha provocado otra réplica por parte de Eloy Suárez, que le ha advertido que no va a discutir con él, que el protagonista es él y que su «obligación» es que se sustancie esta sesión de la comisión de investigación. «Demuestra usted una valentía tremenda sabiendo que yo no me puedo defender», ha agregado. De hecho, el presidente de la comisión de investigación ha llamado al orden al secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, y al portavoz del PSOE en esta comisión de investigación, Alfonso Gil.
El chulángano de barra de bar, acostumbrado a desenvolverse así con la gentuza que frecuentaba y que trabajaba en esos locales de alterne de su suegro Sabiniano. Ningún país democrático y decente admitiría sin inmutarse que pudiera seguir al frente de su gobierno un sujeto que desde hace meses tiene a su esposa y a su propio hermano procesados y a punto de juicio; a sus dos últimos secretarios de organización encausados y uno de ellos en prisión provisional; al fiscal general a la espera de sentarse en breve ante el Tribunal Supremo; a varios altos cargos de su partido y su gobierno investigados por la UCO, como son la presidente del Congreso Francina Armengol y el ministro Ángel Víctor Torres, entre otros. Esta anomalía solamente puede darse en España, un país que ha perdido completamente la brújula de la dignidad y el sentido común más elementales. Un país moral y socialmente emponzoñado desde los medios de opinión sincronizada que se mueven entre la vileza y la manipulación constante para estar incondicionalmente del lado de quien les sufraga sus chiringuitos, que no es otro que este repugnante gobierno de socialistas y comunistas con el respaldo de terroristas y golpistas separatistas.