La exconsellera de Interior de la Generalitat Salomé Pradas asegura que el Es-Alert que se envió a las 20.11 horas del 29 de octubre de 2024, el día de la trágica dana, no se retrasó «en absoluto» por el entonces 'president', Carlos Mazón. «Al señor Mazón no lo esperé para nada, ni esperé instrucción alguna de él. Además, es que era absurdo: si no me cogía las llamadas, ¿cómo íbamos a estar esperando allí a una persona que ni siquiera en esos momentos sabía si iba a venir?».
Así se lo pregunta Pradas, investigada en la causa sobre la gestión de la trágica barrancada que arrasó gran parte de la provincia de Valencia y costó la vida a 229 personas, en una entrevista concedida al programa 'Salvados' de La Sexta que recoge Europa Press. La exresponsable autonómica de Emergencias ha defendido que el mensaje masivo a los móviles «siguió el procedimiento que tenía que seguir». «Debate incluido, gestión del envío, sin esperar a que el señor Mazón atendiese mis llamadas. Es que además está constatado, se puede comprobar, lo han dicho los técnicos, pero al señor Mazón no lo esperé para nada, ni esperé instrucción alguna de él», ha remarcado.
Sobre la conversación que mantuvo Pradas con Mazón por teléfono a las 20.10 --un minuto antes del envío del mensaje a la población--, la exconsellera ha manifestado que él la llamó para decirle que estaba yendo al Cecopi y a las 20.18 volvió a hacerlo y, en ese momento, ella le explicó dónde tenía que dirigirse para llegar a la sala donde se había celebrado el Cecopi.
A lo largo de la entrevista, la exconsellera relata las diferentes llamadas que mantuvo con el 'president' y hace notar que en la causa ella no ha hablado de los whatsapps. En este sentido, dice que el último intercambio de mensajería debió ser en torno a las 14.00 horas porque a partir de ahí el jefe de Gabinete de Mazón, José Manuel Cuenca, le dijo que le fuera informando a él. Ha asegurado que se enteró de que Mazón estaba comiendo con la periodista Maribel Vilaplana en El Ventorro el 8 de noviembre, «como todos los valencianos», e, interrogada de cómo se sintió al saberlo, ha declarado que «no podía creérselo».
Cuando es interrogada por si, con la información que le fue proporcionando a Mazón a lo largo de aquella tarde, este debía haber abandonado El Ventorro, ha contestado: «Lo ha dicho él, no lo digo yo. Él ha dicho que debería haber cambiado su agenda y haber ido a Utiel y yo opino lo mismo». Es más, ha afirmado que ella lo hubiera hecho de ese modo si hubiera ocupado el cargo de presidenta. Ha agregado que a posteriori ha pensado sobre el hecho de que ella quería trasladar a su superior lo que estaba ocurriendo, ya que «creía que era importante que si nos informaban de una posible rotura de presa o que si íbamos a lanzar un Es-Alert, que lo supiera el presidente de la Generalitat.
Reflexionándolo después, sí que he concluido que hubiera sido necesario que el señor Mazón, como máximo representante institucional de la Generalitat, hubiera estado allí con nosotros». «A las siete y diez, cuando ya se había iniciado el debate, cuando ya la CHJ dijo que podíamos pasar incluso a nivel 3 de presa, que eso era rotura casi inmediata y que ya me informaron de que la población afectada podía ser 80.000 personas, por responsabilidad yo quise comunicárselo a mi presidente y no pude», ha lamentado.
«VERSIONES Y CONTRAVERSIONES»
Asimismo, ha confesado que de «las versiones y contraversiones» que ha escuchado, la que «más dolor» le ha producido a sido la que el exjefe del Consell dio ante la Comisión de Investigación del Congreso, en especial cuando dijo que no escuchó sus llamadas porque pudo llevar el móvil en la mochila. «Me generó gran dolor, ¿sabe? Pensé inmediatamente en las víctimas, porque fue el peor momento de la tarde. Yo quería informarle sobre todo por la presa de Forata y por la decisión de lanzar el Es-alert. No le quería pedir ni opinión ni valoración, nada paró el Es-Alert por parte del señor Mazón porque yo no pude informarle en el momento ni en el momento en que ya se había decidido porque no me cogía el teléfono», rememora.
Ha explicado la tardanza de la remisión del mensaje masivo a los móviles en el debate que mantuvieron el subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, --que, como ella, era partidario de lanzarlo-- y el jefe del Consorcio de Bomberos, José Miguel Basset, y también en la gestión del propio envío.
Un año después de la tragedia, Pradas dice que «empatiza mucho con las víctimas», no porque «nos hiciera falta el señor Mazón allí, sino por la forma en cómo se ha contado y cuándo se contó». Y ha aseverado: «A mí nunca me ha hablado tampoco de eso. A mí nunca me ha relatado qué es lo que hizo esa tarde con detalle. Y sólo una vez sí que tuve la fuerza para decirle que si no era por mí que lo hiciera por las víctimas y que lo contase».
Pradas ha dicho que no le afeó aquel día a Mazón su actitud y lo ha justificado en que es «una persona muy pragmática» y en ese momento intentó «mantener la mente fría». «No tuve ningún enfrentamiento directo con el señor Mazón hasta después de ser cesada. Ahí es donde quizás fui un poco más egoísta, por decirlo de alguna forma», ha narrado Pradas, que ha contado que para anunciarle su destitución, Mazón la citó en su casa. Ha narrado una llamada telefónica «en la que se armó de valor» al escuchar algunas falsedades que creía que Mazón estaba diciendo en entrevistas, como que ella no le había informado del envío del Es-Alert.
Finalmente, la exconsellera, que llora en diversos momentos de la entrevista, pide «disculpas a los familiares por no haber podido hacer más». Admite que su mayor error aquel día fue «no haberle dicho al señor Mazón que viniera inmediatamente allí, simplemente porque creía, y con el tiempo es lo que más he pensado, que debería haber estado allí». Y, por parte de Mazón, se muestra convencida de que su principal error fue «no haber estado allí».
PiliEn uno por el otro y de ligoteo en el Ventorro. INDECENTE