La líder de Podemos, Ione Belarra, ha instado al Gobierno y al Congreso a retirar todos los reconocimientos institucionales que tiene el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez tras haberse presentado una denuncia contra él por agresión sexual continuada a una menor en los años ochenta.
En rueda de prensa en el Congreso, ha reclamado en primer lugar quitar el nombre de Adolfo Suárez al aeropuerto de Barajas y retirar también todos los bustos y cuadros del expresidente. Belarra ha agradecido la «valentía» de la víctima al «dar un paso adelante» y denunciar a un hombre que ha recibido los más altos reconocimientos políticos en el país y ha cuestionado cómo se ha construido el poder en el país durante años.
«Cuántos padres de la democracia, cuántos hombres de Estado que han subido a un pedestal, que nos han dicho que había que admirar, que había que reconocer, que había que citar, en realidad eran agresores sexuales y pedófilos que han construido su poder sobre ese pacto de caballeros y sobre una cantidad ingente de privilegios», ha subrayado. Tras acusar al PP, PSOE y Vox de haber «protegido la impunidad» de los agresores poderosos, ha dado las gracias al movimiento feminista y a las leyes que protegen a las mujeres y les ayudan a identificar la violencia y a denunciar. «Ya basta de impunidad de los agresores, ya basta de silencio; es hora de que todo salga a la luz y bajemos del pedestal a todos esos hombres de Estado que claramente no eran tales», ha manifestado.
El pasado 9 de diciembre, una mujer denunció ante la Policía Nacional haber sido víctima de «abusos y agresiones sexuales continuadas con abuso de superioridad e intimidación» por parte del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez entre 1983, cuando ella tenía 17 años, y 1985. En la denuncia, a la que ha tenido acceso EFE, la mujer cuenta que conoció a Suárez el 23 de noviembre de 1982 (cuando ya había dejado de ser presidente del Gobierno y tenía 51 años).
A partir de ese momento, declara que se produjeron diversos encuentros en el despacho del político, a los que siempre era citada y recibida por un secretario y una secretaria, a los que nombra como el señor Amores y Gádor, respectivamente. EFE ha intentado contactar con la secretaria para contrastar estos hechos, pero no ha obtenido respuesta. Según consta en la denuncia, el 4 de marzo de 1983 afirma que Suárez se abalanzó sobre ella en un sofá, la besó y le tocó el pecho sin consentimiento y la obligó a hacerle una felación. Cuenta otros episodios de violencia sexual entre 1983 y 1985, uno de ellos en la casa del político.
«Desde ese momento mi vida cambió y yo también. (...) No sabía cómo gestionar esa situación, no me atrevía a decir nada en casa, ellos estaban ilusionadísimos con mi amistad con ese señor, se creían que tenía el futuro resuelto. No podía romper con esa relación de la noche a la mañana. También tenía muchísimo miedo, pensaba que era un hombre con mucho poder y que si me negaba a lo que él quería podría arruinarme más la vida», se lee en el escrito. La mujer explica que da el paso de denunciar, aunque Suárez haya muerto y los delitos hayan prescrito, porque «pese al tiempo transcurrido» toda su vida ha sufrido las consecuencias de los hechos que denuncia y una revictimización constante ante el relato público que ensalza la figura del político, en medios de comunicación y series de televisión. La Policía Nacional, tras recibir la denuncia, la remitió a los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid donde está pendiente de reparto a un juzgado concreto, según ha confirmado EFE con fuentes policiales.
el dia menos pensado saldrá alguna diciendo que Franco la acosó