Es evidente que los cerebros de los niños pequeños son como esponjas, capaces de absorber y asimilar mucho mejor de los que nos imaginamos todo aquello que se da a su alrededor.
Una niña rusa ha demostrado esta afirmación, dejando boquiabiertos a numerosos usuarios en las redes sociales.
En el vídeo adjunto a esta noticia se muestra como la pequeña acude a un programa de televisión para mostrar su particular talento.
Allí le prometen un regalo, que solo le darán si es capaz de hablar con fluidez en inglés, español, francés, chino, árabe y alemán, además del ruso, su idioma materno, con distintas personas nativas.
La niña lo hace sin despeinarse, ante el asombro de los presentes. Tal capacidad lingüística es debida, según destacan medios locales, a que además de una predisposición innata, ha tenido cuidadores de diferentes nacionalidades con los que ha practicado y aprendido los respectivos idiomas.