Una estrategia publicitaria de las más antiguas y cuya efectividad ha sido probada en múltiples ocasiones, a la que se han adaptado de maravilla los que trabajan hoy en día en Social Media, es la de crear expectación o picar la curiosidad del público, para obtener así una respuesta determinada.
Recientemente esta acción ha sido utilizada por los creativos de Alpino, la marca de lápices para dibujar que la mayoría de los niños han utilizado, utilizan y utilizarán en las casas españolas, aprovechando un comentario de un usuario en Twitter.
La curiosidad de este consumidor desató una oleada de especulaciones y argumentos, como por ejemplo, que el cartel de los 10 kilómetros representaba la longitud de la línea que podía uno dibujar con un lápiz. Otros consideraban que esa distancia era demasiada para un solo lápiz, y que en todo caso sería utilizando la caja entera.
Viendo el filón, los de Alpino afirmaron que desvelarían el secreto solo si conseguían más de 5.000 'likes' en su publicación, algo que no tardaron demasiado en reunir.
Finalmente, tuvieron que cumplir con la palabra dada, y explicaron que estaban encantados con la originalidad de los comentarios, y que los 10 km. era la distancia al pueblo más cercano, que aparecía igualmente en el diseño de la caja original de lápices.
«No se trata de Maienfeld (el pueblo de Heidi) sino que se refiere a un pueblo imaginario. Los creadores de Alpino nunca llegaron a especificar ni el pueblo ni la región de la que se trataba, lo que sí dijeron fue que les encantaba el paisaje de los Alpes», y que les había inspirado para crear un producto tan popular y reconocible.