La particular forma de refrescarse de un niño, dentro de una piscina instalada en toda la superficie de un balcón en una localización sin precisar, y con la simple ayuda de una lona y una manguera, ha generado numerosos comentarios en las redes sociales tras ser compartido por miles de perfiles distintos a lo largo y ancho de Twitter.
No hace falta ser un experto ingeniero para considerar que esta opción no es demasiado recomendable. De hecho, algunos usuarios se dedicaron a realizar cálculos matemáticos a vuelapluma, que pretendían anticipar si ese balcón podría soportar la cantidad de agua almacenada, o bien acabaría cediendo por el peso excesivo.
Además de los cálculos y los comentarios físicos, también se han generado múltiples memes sobre esta curiosa escena.