Un trabajador descontento puede ser una peligrosa arma en contra de un negocio, aunque se trate de una poderosa cadena de alimentación. Una empleada de Wendy's, una conocida marca de hamburgueserías en estados unidos ha dejado su popularidad a la altura del betún con apenas una publicación en Facebook. Eso sí, una publicación bastante llamativa.
La mujer pidió a los clientes que no entraran en el local de Catoosa, en Oklahoma, por dos motivos. El primero porque en una bolsa de hamburguesas que le trajo el proveedor había un ratón vivo. El segundo, porque los trabajadores fumadores no eran demasiado cuidadosos y dejaban sus cigarros por la mesa de trabajo donde se montan y producen los platos del local.
El impacto fue inmediato, según explican diversos medios norteamericanos, y la propia Wendy's ha tomado cartas en el asunto abriendo una investigación al efecto. Tanto la denunciante como otras compañeras han avisado ya que si no mejoran las condiciones de salubridad y los controles de higiene buscarán empleo en otro lado.