La ballena que quedó varada este domingo en una playa del municipio vizcaíno de Sopela, un rorcual común macho de 16,7 metros de longitud y unas 30 toneladas de peso, ha sido retirada del arenal tras varias horas de trabajos con maquinaria pesada.
Según han señalado fuentes de la sociedad para la conservación de la fauna marina Ambar, los trabajos para sacar el animal de la playa han sido «costosos» ya que las grúas de gran tonelaje necesarias para sacar el animal se hundían en la arena.
Por ello se ha optado por llevar rodando el animal con ayuda de una excavadora y dos tractores, hasta dejar a la ballena cerca del borde de la playa donde ya ha podido ser izado por una grúa.
Miembros de la sociedad Ambar han tomado muestras de grasa, piel y músculo para trasladarlas al Centro de Investigación en Biología Marina que la Universidad del País Vasco tiene en Plentzia. Los expertos creen que la ballena estaba enferma ya que pesaba mucho menos de lo habitual para su tamaño.
La ballena apareció malherida en la mañana del pasado domingo flotando junto a una zona de rocas de la playa Barinatxe, donde fue vista por varias personas que avisaron a los servicios de emergencia, que se desplazaron al lugar, donde constataron que la ballena se encontraba en muy mal estado y poco después moría.
Hace unas semanas también apareció una ballena muerta en Cala Millor.