The Jamie Oliver Group, cadena de restaurantes propiedad del popular cocinero británico Jamie Oliver, ha entrado este martes en quiebra, lo que resultará en el despido de 1.000 trabajadores, según ha anunciado la compañía.
«Estoy devastado por el hecho de que nuestros queridos restaurantes en Reino Unido haya entrado en quiebra. Estoy profundamente triste por este resultado y me gustaría darle las gracias a todas las personas que han puesto sus corazones y almas en este negocio a lo largo de los años», ha afirmado Oliver en su perfil de la red social Twitter.
La compañía ha nombrado como administrador a la compañía de servicios profesionales KPMG, quien ha anunciado el cierre de 22 de los 25 restaurantes del grupo, lo que conllevará el despido de cerca de 1.000 trabajadores.
El grupo había iniciado este año un proceso para asegurarse una línea de financiación y el propio Oliver aportó cuatro millones de libras (4,6 millones de euros) para apoyar la recaudación de fondos. Sin embargo, la compañía ha tenido que declararse insolvente ante la falta de «inversiones adecuadas» y «a la vista del difícil entorno operativo».
Los únicos locales británicos que se han salvado son los que están presentes en el aeropuerto de Gatwick. Los administradores de KPMG han indicado que estos seguirán operando «a corto plazo» a medida que se exploran las posibles «opciones» para esos establecimientos.