El turrón es un alimento poco equilibrado, aunque se trata de una tradición navideña a la que cuesta renunciar.
Ante la cada vez más abundante oferta de turrones disponible en el mercado, algunos consumidores optan por una solución intermedia, el turrón sin azúcar, con la esperanza de reducir la ingesta de este nutriente y de las calorías, que suelen aumentar en estas fechas.
Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios ha comparado la composición nutricional de los turrones sin azúcar con sus equivalentes tradicionales y estos son los resultados:
- Igual o más grasa. Los turrones sin azúcar tienen una media de un 4,5% más de grasa.
- Hasta un 91% menos de azúcar. Una rebaja bastante notable.
- Solo un 11% menos de calorías de media: ya que para sustituir al azúcar se añaden ingredientes que también aportan energía.
Por eso, OCU recuerda que, si se necesita reducir el consumo de azúcar, este turrón es una buena opción. Sin embargo, si se elige por evitar las calorías, el resultado será prácticamente el mismo que con el tradicional. Por eso, en este caso, recomienda elegir el que más guste, con o sin azúcar.
La Organización de Consumidores recuerda que los productos con Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicación Geográfica Protegida (IGP) como el Turrón de Alicante o el de Jijona están muy vigilados, ya que la receta exacta y sus características vienen fijadas por sus consejos reguladores. La legislación también restringe los ingredientes empleados en la elaboración del turrón duro y blando, pero para los turrones diversos no hay unas especificaciones tan concretas.
Además, aconseja comprobar la fecha de consumo preferente de la caja antes de comprar turrón o cualquier otro dulce navideño. Si es muy próxima, quizá se trate de un excedente de la campaña anterior. En ese caso, OCU recomienda no comprarlo, ya que puede que no se haya conservado bien y sepa a rancio.