La astronauta estadounidense Christina Koch ha regresado este jueves a la tierra después de 328 días en el espacio con lo que alcanzó el hito de ser la mujer que más tiempo ha permanecido fuera de la atmósfera terrestre durante una sola misión, aunque el récord acumulativo, encadenado en varias misiones, lo atesora, con 655 días, la también estadounidense Peggy Whitson.
Koch, que ha llegado desde la estación espacial internacional a las 9:00 GMT junto al astronauta italiano Luca Parmitano y el cosmonauta ruso Alexander Skvortsov -ambos de la Agencia Espacial Europea-, se convierte además en el segundo astronauta de la NASA que más tiempo seguido ha estado en el espacio, solo por detrás de Scott Kelly y los 342 días que estuvo en la estación.
Durante el periplo de su misión, esta científica fue parte de otro hecho histórico en la carrera por conquistar el espacio, pues en octubre de 2019 fue protagonista junto a Jessica Mier del primer paseo espacial conformado únicamente por mujeres.
Sin embargo, el primer paseo íntegramente femenino se suponía que iba a realizarse por la propia Koch y Anne McClain en marzo del mismo año, pero llegado el momento solo había un traje para una mujer en la estación, lo que obligó a postergar este hito.
Además, en estos 328 días Koch participó en diversas investigaciones llevadas a cabo en la estación espacial, entre las que se encuentra un estudio de la fuerza vertebral en el espacio, que busca definir el impacto que tienen los vuelos espaciales en la degradación muscular y ósea de la espina dorsal y el riesgo de ruptura de los huesos en relación a esto.
Con este trabajo, la NASA espera ser capaz de poner remedio a estos problemas y prevenirlos con nuevas medidas, como la reducción de las fuerzas a las que los astronautas son expuestos en el despegue desde la tierra.
Sin embargo, de todos los experimento de los que esta astronauta ha sido parte, la agencia espacial estadounidense destaca el que desarrolló sobre los cristales en microgravedad, que consiste en la cristalización de la membrana de una proteína ligada al crecimiento de tumores y la supervivencia al cáncer. Una investigación con unos resultados con los que la NASA espera ayudar en el desarrollo de tratamientos -que usan esta proteína- contra esta enfermedad y reducir los efectos secundarios de estos.
Actualmente la NASA tiene en activo a 48 astronautas, de los que 16 son mujeres.