Este pasado domingo sucedió un hecho singular. El mismo día en que los niños salieron a la calle por primera vez en seis semanas un caracol zurdo fue descubierto en Palma. Tulieta, como le han bautizado Alberto Alegre y Fabiana Salvi, la familia mallorquina que encontró en su terraza por pura casualidad a este animal particular.
Tulieta es «uno entre un millón», y apareció ante los ojos despiertos de los vecinos sin previo aviso. «Esto del confinamiento nos hace más observadores», bromean.
Para los profanos conviene aclarar que un caracol zurdo es aquel cuya espiral de su cocha se enrolla hacia el lado izquierdo, al contrario que la práctica totalidad de los de su especie, un hecho que condiciona la disposición de sus órganos sexuales y hace imposible el apareamiento con los que no son como ellos. Solo pueden lograrlo con otro individuo zurdo, lo que los convierte en un auténtico rara avis en el mundo de los invertebrados.
Algunos de ustedes recordarán al célebre Tomeu, el primer caracol zurdo mallorquín en hacerse famoso. También fue destacado el caso de Joana, el primer caracol zurdo en Menorca.
Ahora esta familia de Palma ha dado a conocer al mundo la existencia de Tulieta, conscientes del interés que despiertan estos caracoles tan especiales, aunque «todavía no ha contactado nadie del ámbito científico con nosotros. En realidad no sabemos qué vamos hacer con el animal, pues lo acabamos de encontrar», explican.