Dos personas han sido detenidas en Alicante por dos delitos de estafa al comprar a una empresa de Sevilla casi 3.000 botellas de whisky, valoradas en 28.000 euros, y sin haberlas pagado, revenderlas a otra compañía de Murcia.
El pedido recorrió varias provincias españolas: llegó desde Sevilla a un polígono industrial de Callosa de Segura (Alicante), pero más tarde fue revendido a una empresa murciana, según informa la Guardia Civil, que ha recuperado prácticamente la totalidad de las botellas en una nave de Murcia.
Los detenidos, de 38 y 43 años, realizaron un pedido de 2.738 botellas de whisky a un mayorista con sede en Lantejuela (Sevilla) y acordaron el pago por transferencia bancaria cuando las botellas llegaran a su destino.
La entrega se realizó, pero el dinero no se llegó a transferir y la empresa sevillana comenzó a sospechar de que había sido estafada ya que no le habían hecho el ingreso, los compradores no atendían al teléfono y el camión de reparto, cuando llegó al polígono industrial de Callosa de Segura (Alicante) donde tenía pactado hacer la entrega, dejó los palés en la vía pública por indicación de dos hombres.
Tras la denuncia, se constató que en el albarán de entrega de la bebida aparecía un DNI falso, y se supo que para transportar las bebidas habían alquilado una furgoneta en la localidad de Almoradí (Alicante).
Los agentes se trasladaron a Almoradí y localizaron a los presuntos estafadores, que fueron arrestados por estafa a la empresa de Sevilla.
Posteriormente averiguaron que los lotes de bebida estaban en una nave de Lorquí (Murcia), cuyos propietarios desconocían que provenían de una transacción ilícita, y las tenían almacenadas y dispuestas para ser vendidas al público.
A los detenidos por la estafa a la empresa sevillana, se les sumó un segundo delito de estafa, en grado de tentativa, por haber vendido esas mismas botellas a la empresa murciana.