Es la bebida de moda en Estados Unidos, sobre todo para los más jóvenes. Se llama hard seltzer, pero conlleva ciertos peligros.
Estas bebidas están hechas a partir de agua carbonatada, alcohol y sabor de frutas. Tienen entre 3 y 5 grados de alcohol y son bajos en calorías. Y están arrasando en EE UU. Un estudio de Nielsen revela que entre la primavera y el otoño de 2019, estas bebidas atrajeron a 7,5 millones de nuevos consumidores, con un volumen de ventas de 1.500 millones de dólares (más de 1.200 millones de euros).
Los grandes grupos, informa la BBC, se han lanzado a la producción: Corona, Coca-Cola o Heineken México van a lanzar sus versiones en Latinoamérica.
Pero los expertos advierten del peligro de 'vender' una bebida alcohólica baja en calorías, porque «se trata de una bebida alcohólica como cualquier otra».
El principal actor de este nuevo mercado es White Claw, que vende la mitad de las hard seltzers del mercado. Su mensaje es claro: playas, fiesta, sol... Se venden en lata o botella y los fabricantes hablan de efecto refrescante, sabores naturales, pocas calorías y apto para celíacos.
Según Juan Revenga, nutricionista y profesor de la Universidad San Jorge de Zaragoza, «se trata del 'mejor peor' marketing del mundo: vestir al lobo con piel de cordero. Intentan buscar connotaciones positivas a un producto que es malo para la salud».
"Que lo llamemos hard seltzer es puro marketing, un esfuerzo publicitario por colarnos un producto que, además, tampoco es que sea novedoso. La novedad es solo el nombre", dice Revenga a BBC.
Hard significa 'duro' en inglés, mientras que seltzer es un término que se usa en Estados Unidos para nombrar al agua con gas. Según Julio Basulto, del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Cataluña, es un eufemismo «para evitar llamarle como lo que es: alcohol».
«Ser un producto bajo o no en calorías depende, sobre todo, de la comparación con otro producto. Sí, los hard seltzer pueden tener menos calorías que un refresco convencional u otra bebida alcohólica, pero eso tampoco significa que la calidad de estas calorías sea buena», dice Basulto.
«Otra forma de enmascarar estos productos es anunciando que se les añadió potasio, magnesio u otros nutrientes. Algo bastante molesto, porque son componentes que pueden encontrarse sin recurrir a estas bebidas. Dicen que te dan salud, pero te cobran mucha más salud de la que te venden», opina por su parte Juan Revenga.
«Dentro del gremio de nutricionistas nos preocupa el riesgo que esta moda puede representar para los más jóvenes. Los fabricantes, con toda conciencia, se están dirigiendo al público más joven porque, mientras antes les recluten, más fidelidad generan para toda la vida», asegura el nutricionista y profesor de la Universidad San Jorge de Zaragoza.