Trasladar a los rinocerontes negros colgados de sus patas en un helicóptero podría ser beneficioso para su salud, según una investigación realizada por expertos de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell (EE UU) en colaboración el Ministerio de Medio Ambiente y Turismo de Namibia publicada en Journal of Wildlife Diseases y recogida por Gizmodo.
Dado que esta especie localizada en el este y el sur de África está en peligro de extinción, deben ser trasladadas hacia otros lugares en los que estén protegidas de los cazadores furtivos y donde sea posible la combinación genética de estos animales para favorecer su subsistencia.
El transporte principal suele ser el camión, aunque las dificultades para acceder a determinados espacios por tierra hacen que el helicóptero ocupe también la primera posición a la hora de explorar las posibilidades cuando se hace necesario desplazar a los rinocerontes.
Así, el objetivo de los investigadores era saber cuál es la mejor forma de colocarles cuando van a ser trasladados. Para ello, escogieron a 12 ejemplares para analizar la reacción de sus organismos tras simular los traslados, administrándoles un calmante y poniéndoles boca abajo, con los pies colgados de una grúa, o tumbados de lado lejos del suelo.
Los animales estuvieron 10 minutos en cada posición y después los expertos estudiaron sus signos vitales para medir los efectos de cada una en los cuerpos de los rinocerontes. La previsión inicial de los investigadores era que colgar de sus pies a los ejemplares agravaría los resultados de los tranquilizantes.
Sin embargo, el autor principal del estudio, el doctor Robin Radcliffe, explicó que los rinocerontes que fueron suspendidos boca abajo poseían una mejor ventilación que los que viajan recostados. El investigador destaca que aunque la mejora es muy pequeña es muy importante porque "ayuda a mejorar la seguridad del rinoceronte negro durante la captura y la anestesia".
Esto se debe a que el traslado resulta muy estresante para el animal, dado que en cualquier posición sufren falta de oxígeno (hipoxemia) y el aumento de la presión del dióxido de carbono en la sangre (hipercapnia), por lo que se ve perjudicada la capacidad pulmonar de los rinocerontes.
Los resultados han demostrado que colgar a los rinocerontes boca abajo es seguro durante pequeños espacios de tiempo. El nuevo objetivo de los investigadores, según apunta Radcliffe, es conseguir lo mismo durante viajes más largos.