Después de casi diez años peleando para que la justicia siguiera investigando la muerte de su hijo en España, los padres del cámara italiano Mario Biondo, quien fuera marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, han logrado que la justicia de su país les confirme la noticia más dura pero la que ellos creían que se ajustaba a la realidad. Su hijo no se suicidó, ellos no lo creían y lo defendieron con uñas y dientes. Ahora Nicola Aiello, juez instructor en el Tribunal de Primera Instancia de Palermo y al frente de la investigación, ha cerrado el caso dictaminando que murió a manos de terceros, según ha adelantado este martes La Vanguardia.
El mismo medio detalla que si la fiscalía de Palermo había sostenido que Mario se suicidó, tras examinar toda la información recabada durante nueve años, el instructor descarta tal posibilidad y señala un claro caso de homicidio.
Asimismo señala que el juez instructor del caso en Italia critica duramente la actuación de la policía española, ya que, según cita textualmente: «En el momento del hallazgo del cadáver, en la inmediatez de los hechos, deberían haberse realizado actividades de investigación (interceptaciones ambientales y telefónicas, adquisiciones de registros telefónicos) que de haberse dispuesto con prontitud en el momento inmediatamente posterior al descubrimiento del cadáver, podrían haber permitido la obtención de elementos de extrema relevancia investigadora (…) pero no se llevaron a cabo y, dado el tiempo transcurrido, no pudieron ser realizadas por las autoridades judiciales italianas». Y no sólo eso. También descarta el juego autoerótico y que Mario hubiese bebido y consumido drogas aquella noche, algo que se concluyó en España, y que fue desechado en la tercera autopsia realizada al cadáver de Mario Biondo.
Según la información de La Vanguardia, el auto concluye que Mario fue asesinado y luego se hizo creer, por la escena en la que se encontró el cadáver, que se había suicidado.