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Encuentran tres bombas de la Guerra Civil sin detonar en el terreno del incendio de Bejís

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El Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat Valenciana ha encontrado tres proyectiles sin detonar de la Guerra Civil durante los trabajos de extinción del incendio de Bejís.

Según los bomberos, se trata de una situación habitual con la que se encuentran desde hace años, sobre todo en zonas pertenecientes al Territorio XYZ o Línea Metallana, una de las mayores líneas defensivas construidas en España y que conserva numerosos vestigios de los combates aún sin explosionar.

Los tres artefactos fueron encontrados por la unidad de bomberos forestales de Zarra y Enguera, en Andilla; la unidad helitransportada de Castellón en la base militar de El Toro (estos dos durante los trabajos en plena extinción del incendio de Bejís), y un tercero, detectado este fin de semana por unos ciclistas que avisaron a la unidad de Gilet, que se encontraba en esos momentos en tareas de vigilancia en la zona quemada.

El jefe de la Unidad de Bomberos Forestales de Jérica, José Vicente Bolumar, recuerda que ya en el año 2000, en un incendio en Jérica, se estuvieron escuchando detonaciones durante toda una noche procedentes de un antiguo polvorín o en 2020, durante otro incendio en Bejís, los bomberos se encontraron una granada sin detonar y cuando acudió la Guardia Civil, descubrió otra más.

El territorio XYZ, también conocido como línea Metallana en honor al coronel que estaba al mando de los ejércitos que la construyeron, comprendía cuarenta y dos municipios valencianos ubicados en cinco comarcas. Cuarenta de ellos están en Castellón y van desde Montán a Villamalur, Azuébar, Bejís, Teresa, Navajas, Segorbe o la Vall d'Uixó.

Ante estos hallazgos, Bolumar indica que se pueden dar varias soluciones, una de ellas ya de aplicación en Alemania, donde son numerosos los vestigios armamentísticos procedentes de la Segunda Guerra Mundial. "Las quemas prescritas en lugares donde sabemos hay munición nos permitirá detonarla de una forma controlada", explica Bolumar.

El jefe de la Unidad de Jérica explica que se debería hacer un trabajo previo antes de las quemas y delimitar en plano donde ha habido incendios y donde no desde el final de la Guerra Civil. De esta manera, al cruzar los datos con el histórico de incendios declarados en la Comunitat Valenciana que recoge Prevención de Incendios Forestales, "podríamos saber con certeza donde no ha habido incendios y allí sería la zona con más peligro de explosión de material de guerra".

"En este incendio -indica Bolumar-, hemos visto que justo donde más ha explotado material de guerra es allá donde no ha habido incendios desde el año 1936, ya que era territorio agrícola que, tras el abandono rural, fue reforestado por Icona en los años 50 y, por tanto, esos bosques era la primera vez que se quemaban desde entonces".

Según el jefe de la Unidad de Jérica, "otra alternativa sería cruzar datos con el Ejército y señalar las zonas ya quemadas y explosionadas y diferenciarlas de las zonas calientes donde hubo mucha actividad durante la Guerra Civil para tenerlas localizadas con brevedad y afrontar la extinción de una forma más cautelosa".

El protocolo de actuación en estos casos, cuando se produce un hallazgo de material de guerra, se resume en "no tocar el artefacto, acordonar la zona, alejarse de él y llamar al Servicio de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil para que proceda a su detonación de forma controlada", concluye este especialista.

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