Un hombre de espaldas y con sombrero cuya silueta se recorta frente a un horizonte exótico y montañoso. No vemos su rostro. La acción avanza y ese mismo hombre, sin cara todavía, se adentra en la selva. Vemos detalles que indican que no es la primera vez que se aventura en territorios como ese. De golpe, uno de sus acompañantes le traiciona y saca un arma para dispararle. El hombre sin rostro se gira y con su látigo desarma al enemigo. Tras ello, sale de las sombras y podemos ver su rostro por primera vez. Han pasado solo tres minutos de película, pero ya ha nacido una leyenda: el doctor Indiana Jones se presentaba al mundo.
Hablamos de En busca del arca perdida, la primera entrega de la saga de Indiana Jones creada por Steven Spielberg y protagonizada por Harrison Ford. De su estreno, en 1981, han pasado 42 años, una cifra nada desdeñable, pero el recuerdo y el cariño por el doctor Jones siguen muy presentes. El día 30 de junio, tras su exitoso y cálido paso por el Festival de Cine de Cannes, la quinta entrega de la franquicia, El dial del destino, llega a las salas de cine para despedir –esperemos que por todo lo alto y con dignidad– a un personaje que ha marcado a generaciones enteras.
Mallorca
Un acontecimiento fílmico a la altura de pocos y que, por ello, hace que los que han participado en esta cinta se muestran emocionados solo por el hecho de haber formado parte. Y Mallorca no es ajena a ello. Y es que aunque la cinta no ha rodado en la Isla nada, eso no significa que Mallorca no haya participado. Profesionales de la Isla constarán en los créditos finales de la cinta tras haber sido piezas de la producción y, en algunos casos, con muchísimo peso en la misma.
Es el caso de Boris Martínez, especialista de acción afincado en Mallorca con una reputadísima experiencia en el mundo del cine, y que ha participado en Indiana Jones con sus habilidades como stuntman, o el del mallorquín Josep Antoni Ribas Rosselló, artista de efectos visuales que ha trabajado como compositor.
El isleño, como él mismo detalla, se encargó de «recapitular todos los departamentos de efectos visuales y componerlos, sustituyendo los cromas, corrigiendo color, eliminando elementos de rodaje que no se quieren, etcétera». Dicho de otra manera, «hacemos el acabado final antes de la fase de etalonaje», por lo que entran «al final de la película».
Se trata, precisamente, de la etapa de la producción que más gusta al mallorquín porque «son planos finales y el director sabe lo que quiere». En su caso, se ha tratado de una veintena de planos trabajados durante seis meses en formato híbrido –tanto en estudio en Londres como en remoto– con algunos personajes importantes como el de Antonio Banderas o el propio Harrison Ford. «Me hacía mucha ilusión tener planos con Ford y que me haya tocado alguno es genial», reconoce Ribas. Ahora, Ribas espera a poder ver la cinta acabada con ganas porque «espero que lo cierren bien ya que es un personaje que ha marcado a toda una generación», asegura.
Regrabaciones
Tampoco es desdeñable el trabajo invertido en Palma Music Studios en la producción de Indiana Jones. De hecho, Fredrik Thomander, cofundador junto a Johan Lundgren y director del centro, detalla que es «el proyecto más grande en el que hemos trabajado hasta la fecha».
El estudio, ubicado en Son Espanyolet, está centrado en la industria musical, pero también trabajan cine, televisión y hasta videojuegos. «Concretamente para la película regrabamos hasta el 80% de los diálogos de un personaje principal porque en el set a veces no quedan bien o se cambian cosas», de modo que el actor estuvo en los estudios realizando tomas de voz.
«Es algo que pasa mucho porque hay muchísimo trabajo de sonido en post-producción», explica Thomander que detalla que «para algo que quizá dura 10 minutos se invierten dos semanas». El propio Thomander se considera a sí mismo «fan» de la saga protagonizada por Harrison Ford, por lo que para él también es, a nivel personal, un proyecto especial: «Es muy importante para mí porque siempre he sido seguidor de Indiana Jones».