«Sin cultura no hay democracia». Bajo este lema, el mundo de la cultura se está movilizando en redes sociales, en protesta por la cancelación de eventos culturales que están llevando a cabo los nuevos gobiernos autonómicos y locales, surgidos tras el 28M. #StopCensura se ha consolidado este miércoles por la mañana como la primera tendencia nacional en Twitter, con más de cuatro mil publicaciones.
El concejal de Cultura de un pueblo de Cantabria ha retirado de los cines de la localidad una escena de dos mujeres besándose de la película infantil Lightyear, de Disney; en la Comunidad de Madrid se ha cancelado una obra teatral sobre Santa Teresa por «dañina y esperpéntica». También en Mallorca se está viviendo esta indignación, tras la cancelación por parte del nuevo Ayuntamiento de Palma de una obra de teatro por no ir «en su línea de programación». Se trata de Nua, de Ann Perelló, una pieza sobre trastornos de alimentación que debía recalar en el Teatre Mar i Terra.
Toda esta ola de cambios de programación y cancelaciones por motivos ideológicos con los nuevos gobiernos en manos de la derecha ha llevado al mundo de la cultura a salir en defensa de la libertad de expresión de forma contundente. A la campaña de este miércoles en redes sociales se han unido algunas de las figuras del sector más populares, como los actores Alba Flores, Gorka Otxoa e Itziar Castro, la directora Leticia Dolera, la candidata de Sumar, Yolanda Díaz, e incluso el actual ministro de Cultura, Miquel Iceta, del PSOE, se ha sumado a la cadena de mensajes.
También el Teatre del Mar de Palma,como afectado tras la cancelación de la obra de teatro, se ha unido a la reivindicación: «Los y las profesionales del mundo de la cultura queremos denunciar el regreso de la censura que está atentando contra la libertad de expresión, un derecho consolidado socialmente y democráticamente en nuestra sociedad. Exigimos la protección de nuestros derechos fundamentales. Sin cultura no hay democracia».
Ciudadano ejemplarPorque no se puede incluir. El amor nunca debería ser excluyente ni esconderse. Qué podemos ver en la controvertida escena? A dos mujeres dándose un beso. Sí, un simple beso; un pico, para ser más exactos. Como si, además, no fuera "adoctrinamiento" el hecho de ver cientos de veces a las princesas de la franquicia de Disney ser besadas por sus respectivos príncipes; en realidad, estos sectores pretenden mantener un orden heterosexual y patriarcal que no dé cabida a otras formas de expresión personal. Comentamos el beso a una rana(=zoofia?) que se convierte en príncipe. Lo verdadero triste es la censura es que haya gente que se escandalice por in besi entre dos mujeres