Felipe VI ha vuelto a embarcarse este martes en el Aifos en la segunda jornada de la 41 edición de la Copa del Rey Mapfre de vela en la bahía de Palma, en uno de los veranos en el que más está disfrutando de una de sus grandes aficiones desde que llegó al trono.
«Da gusto navegar, había ganas», fue el comentario que el monarca hizo a los periodistas este lunes a última hora de la tarde al término de la visita que protagonizó con la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía a los jardines de Alfabia en Mallorca, en su primera aparición juntos de sus vacaciones en la isla. Desde que llegó a Palma el pasado miércoles, don Felipe ha navegado con el Aifos cuatro días, en dos sesiones de entrenamiento y en las dos jornadas disputadas de la Copa.
Después de la regata inaugural de este lunes, el velero de la Armada ocupa el tercer puesto de la clase Majorica ORC1, en la que participan otros trece barcos. «Podía haber ido mejor o podía haber ido peor. Esperemos que mejore», confió el jefe del Estado ante las perspectivas del Aifos en la competición, que concluirá el próximo sábado, día 5. Felipe VI ha llegado al Real Club Náutico de Palma conduciendo un coche y de inmediato se ha dirigido al pantalán para embarcar en el Aifos, donde aguardaba la tripulación para zarpar hacia el campo de regatas.
Pero vamos a ver, si el Rey Constitucional de España no en debe navegar en un velero que, además, es prestado, en qué van navegar los demás españoles, ¿en pedaló?