'Big Joke' - en inglés, «gran broma». Así es como se conoce a Surachate Hakparn, el subinspector de la Policía tailandesa que encabeza la investigación del caso Daniel Sancho. En España lo hemos conocido esta semana, cuando protagonizó la rueda de prensa a los medios internacionales para dar detalles del caso. Sin embargo, se trata de una cara muy conocida en Tailandia: es quien se encarga de dar a conocer a la opinión pública las pesquisas policiales en los casos más mediáticos.
Entre ellos, en 2019 compareció como jefe del Departamento de Inmigración para explicar la actuación policial cuando un joven de Arabia Saudí se atrincheró en el aeropuerto de Bangkok para pedir asilo en un tercer país. Más recientemente, lideró la investigación del caso 'Am Cianuro', una asesina en serie que mató a 13 personas por envenenamiento entre 2020 y 2023. Este mismo año, durante el mes de julio, ha encabezado el caso del asesinato y desmembramiento de un empresario alemán en una playa de la localidad de Pattaya.
Caída, estudio de monje y reaparición
Hakparn, o 'Big Joke', lleva en las venas la investigación policial. Proviene de una familia de policías. Ya desde muy joven se adentró en el cuerpo y protagonizó un ascenso imparable: con 24 años ya era subinspector, con 38, superintendente y con 45, general mayor. Aún así, hay manchas en su expediente. 'Big Joke' también ha dejado tras de sí una sombra de controversia, su extraña caída en desgracia en 2019 cuando fue apartado de la Policía sin mayor explicación. A pesar de ser transferido a un puesto inactivo, el tailandés logró agarrarse a sus altas conexiones políticas para no caer en el olvido. Aunque tras un misterioso tiroteo contra su vehículo, cuando el tailandés no se encontraba en su interior y por el que nadie ha sido arrestado, le llevó a la India, donde se hizo monje budista. En 2021, cuando su nombre ya había desaparecido completamente de los medios, Surachate resurgió de manera sorprendente al asumir un puesto de asesor especial de la Policía durante una reunión encabezada por el primer ministro, Prayut Chan-ocha, uno de los generales militares que lideró el golpe de Estado de 2014.