Los precios están disparados este 2023 y uno de los asuntos en los que se le va más dinero a la mayoría de la gente es en la vivienda, bien sea de alquiler o con la hipoteca.
Tal y como recoge en un reportaje el portal especializado en vivienda Idealista, existen algunos trucos para negociar el alquiler tras una actualización del IPC.
La mayoría de contratos de alquiler hacen referencia al IPC a la hora de revisar anualmente el precio de la renta. Ahora mismo, en España se ha limitado al 2% el alza del precio del alquiler, por lo que a quien pague 1.000 euros ahora, se le podrá subir 20 euros la cuota.
Revisa el contrato
En todo caso, el primer consejo es revisar con toda atención el contrato de alquiler, que es el documento que ambas partes han aceptado, y son sus condiciones las que se pueden negociar.
Infórmate sobre el mercado en la zona
Otro consejo es informarse acerca del precio del alquiler en la zona en la que vivimos. Esto nos permitirá pedirle al propietario ajustes en el precio razonados. Otros datos que puedes conocer es la demanda que hay, qué tipo de personas demandan pisos en la zona...
Destaca tu perfil de inquilino
Un tercer consejo es destacar tu perfil de buen inquilino: pagas puntualmente tu alquiler, mantienes la vivienda en buen estado... además, puedes justificar cualquier cambio en tu situación económica (por ejemplo, que destinas al pago de tu renta el 40 o 50% de tus ingresos).
Informa de que quieres quedarte mucho tiempo
Otra recomendación es que comuniques a tu casero tu intención de permanecer en la vivienda durante mucho tiempo, lo que hará que el propietario pueda pensar más a largo plazo y mirar con otros ojos una posible rebaja de tu renta.
Resalta los puntos negativos de la vivienda
Si estas circunstancias no funcionan, un plan 'B' es que resaltes los puntos negativos de la vivienda, posibles incumplimientos que estés soportando... pero con cautela, porque una actitud negativa puede hacer que el propietario se cierre en banda.
Haz una propuesta realista
El último consejo es que tu propuesta sea realista. Si es desorbitada, el propietario puede negarse a negociar, pero es mejor partir de una rebaja un poco por encima de la que puedes llegar a aceptar para que exista cierto margen de mejora a favor del propietario, y ser realista en cuanto a tus expectativas y proponer una solución equilibrada y justa.