La riqueza financiera de las familias españolas, que se mide por la diferencia entre ahorros y deudas que acumulan, aumentó un 9,25 % en 2023 en comparación con un año antes, a pesar de la inflación, con lo que pulverizó un nuevo récord y rozó 2,1 billones de euros. Según las Cuentas Financieras de la economía española publicadas este miércoles por el Banco de España, los activos financieros de los hogares -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- aumentaron un 5,95 % frente a un año antes, hasta los 2,83 billones de euros. En relación con el producto interior bruto (PIB), los activos financieros netos representaron un 193,7 % a cierre de 2023, ratio que es 4,8 puntos porcentuales inferior a la de un año antes, que se explica exclusivamente por el crecimiento de la economía.
El grueso de los activos financieros de los hogares españoles se mantuvo en efectivo y depósitos, que sumaban el 38 % del total; seguido de participaciones en el capital (30 %); en fondos de inversión (15 %); y seguros y fondos de pensiones (13 %). Las participaciones en fondos de inversión fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares, 1,1 puntos porcentuales respecto a un año antes; mientras que el peso del efectivo y los depósitos fue el que más cayó, 2,7 puntos porcentuales.
La deuda consolidada de las familias y empresas no financieras ascendió a 1,632 billones de euros a finales de 2023, un 1,8 % menos que un año antes. En términos de PIB, la ratio se moderó en un año desde el 123,4 % hasta el 111,6 %, porcentaje no observado desde marzo de 2022. Tanto las empresas como los hogares contribuyeron a este descenso. La deuda consolidada de las empresas se redujo desde los 958.400 millones de finales de 2022 a los 946.600 millones de cierre de 2023, lo que supone el 64,7 % del PIB, frente al 71,2 % de un año antes. Además, si se incluye la deuda entre empresas, la ratio se eleva al 81,7 %, por debajo del 92,2 % de un año antes.
En el caso de los hogares, la deuda pasó de 703.600 millones de diciembre de 2022 a 685.400 millones a cierre de 2023. Respecto al PIB, la ratio de deuda de los hogares disminuyó hasta el 46,9 % en 2023, porcentaje inferior al 52,3 % de un año antes y el más bajo desde septiembre de 2001. La evolución de la deuda consolidada de las empresas y de los hogares se explica, principalmente, por los valores negativos de las operaciones netas acumuladas; mientras que los otros flujos registraron unos valores ligeramente positivos, añade el Banco de España.
El importe de las operaciones netas acumuladas en 2023 se situó en -32.500 millones de euros, lo que supuso una caída del 2,2 % en términos del PIB. Las empresas disminuyeron su deuda en 17.300 millones por las operaciones netas (1,2 % del PIB), si bien el efecto del alza de los precios de sus valores emitidos de renta fija compensaron ligeramente la contracción. Por su parte, los hogares redujeron su deuda por unas operaciones netas de 15.200 millones, un 1 % del PIB.