El precio de la luz en los últimos años ha crecido hasta convertirse en un problema para la economía familiar, llevando a muchos ciudadanos a tener que hacer ajustes en el uso de sus electrodomésticos para rebajar la factura mensual de la electricidad. Teniendo en cuenta que la lavadora es uno de los aparatos más utilizados, conviene conocer cuánto cuesta y si merece la pena seguir lavando la ropa en casa u optar por acudir a un negocio de lavandería autoservicio.
La volatilidad del precio de la luz hace que resulte un tanto complicado poder determinar cuánto gasta poner la lavadora, pero también hay que valorar lo que cuesta la compra del propio electrodoméstico, que se sitúa entre los 300 y los 600 euros de media, para una vida útil de unos 10-12 años, y que cada vez es más corta.
Si se divide el precio del aparato entre su vida útil, se puede conocer cuánto cuesta aproximadamente tener en casa este electrodoméstico, se puede conocer lo que cuesta tener el aparato mensualmente, e incluso lo que cuesta por lavado, para lo cual habrá que atender al número de lavadoras que, de media, se ponen cada semana o mes.
Si se quiere ir un paso más allá y tener una perspectiva aún mayor de lo que supone poner una lavadora, habría que contemplar otros gastos adicionales de cada lavado, como son el agua utilizada y el jabón o producto suavizante utilizado. Por lo general, el dato de consumo de agua viene reflejado en el manual de instrucciones de la lavadora, debiendo ser conscientes de que cuanto más agua se necesita y mayor temperatura, mayor electricidad se consumirá al calentarla.
¿Cuál es el precio de cada ciclo de lavado?
A la hora de determinar el coste de poner una lavadora hay distintos factores a tener en cuenta, comenzando por la tarifa eléctrica contratada, pudiendo diferenciar entre aquellas que cambian en función de la franja del día de la que se trate, y las tarifas planas en las que se mantiene un precio constante las 24 horas del día. Entre ellas puede haber una diferencia significativa entre usar la lavadora en las horas valle o las horas punta.
Más allá de la tarifa eléctrica contratada, también influyen la capacidad y eficiencia de la lavadora, es decir que dependerá del peso máximo de ropa que se puede lavar en un solo ciclo y de lo que consuma el propio aparato por estar en funcionamiento, para lo cual hay que fijarse en las etiquetas de eficiencia energética que van desde la A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente).
A ello hay que sumar otros factores de relevancia, que son el programa elegido y la temperatura, pues el propio proceso de lavado tiene un impacto notable en el consumo energético del aparato. Calentar el agua es uno de los procesos de mayor demanda energética, razón por la que se recomienda optar por temperaturas más bajas, siempre que las prendas de ropa lo permitan.
Dicho todo lo anterior y contemplando todos estos factores, junto al precio del electrodoméstico, el coste del agua y los productos de limpieza utilizados según estimaciones de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), poner una lavadora cuesta unos 0,65 euros por ciclo de lavado. Con este valor, se puede determinar que, por lo general, es más barato usar una lavadora en casa que acudir a una lavandería, aunque todo dependerá del coste de cada lavado en cada caso en particular en ese establecimiento.