Por la noche nada más acabar el partido entre el Ibiza Futsal y el Manacor, de la Tercera División de fútbol sala. Lucho Camilli, capitán de los ibicencos, se atrevió a pedirle matrimonio a su novia, Araceli.
Después de que los 'men in black' ganasen al líder del grupo, los jugadores y sus parejas se tomaron una fotografía en el centro de la pista. En ese instante, el argentino se arrodilló ante Araceli y le mostró un anillo de compromiso. Ella dijo sí y los aplausos se desataron en el pabellón de es Viver.
Los integrantes del Ibiza Futsal mantearon entonces a Lucho. Fue el mejor final de una fiesta completa para los 'men in black'.
... siempre me ha parecido un abuso y una falta de respeto de los perpetradores de estas sonrojantes performances en las personas de sus pobres parejas, que no saben dónde se tienen que esconder, entre la espada y la pared, expuestas, condicionadas... un bulling sentimental en toda regla... es deleznable lo que hacen estos peticionarios... no tienen arrestos de hacerlo en persona y necesitan coaccionar a sus parejas de esta penosa manera?? desgraciados...