Pocas horas antes de su muerte, el papa Francisco protagonizó su última aparición pública en la Plaza de San Pedro del Vaticano. Este Domingo de Resurrección, el Pontífice salió al mediodía al balcón principal de la basílica para impartir la bendición 'Urbi et Orbi', dirigiéndose a los cerca de 50.000 fieles congregados. "Hermanos y hermanas, buena Pascua", proclamó con voz débil, permaneciendo en silla de ruedas durante toda la ceremonia.
Convaleciente de una reciente infección respiratoria, Francisco, sin cánulas nasales, quiso estar presente en esta segunda parte de la celebración pascual. Su mensaje, leído en gran parte por Monseñor Diego Ravelli, recordó a los pueblos en conflicto, como Ucrania, Israel y Palestina, y pidió un cese del fuego en Gaza, la liberación de los rehenes y ayuda urgente para quienes sufren hambre y destrucción. También abogó por el desarme mundial, alertando sobre las consecuencias políticas y económicas de la carrera armamentística, y pidió oraciones por los cristianos de Gaza, el Líbano, Siria y Yemen.
Tras la bendición, Francisco recorrió la Plaza de San Pedro en el papamóvil durante unos 25 minutos, deteniéndose varias veces para acercarse a niños y bebés. Antes de la misa, el Pontífice había mantenido un breve encuentro privado en su residencia de Santa Marta con el vicepresidente estadounidense JD Vance, en el que intercambiaron saludos con motivo del Domingo de Pascua. El papa Francisco falleció este lunes a las 7.35 horas en su residencia de la Casa Santa Marta.