El sacerdote y periodista español Antonio Pelayo, corresponsal de Antena 3 en Roma, se enfrenta a graves acusaciones tras ser denunciado por presunta agresión sexual, según ha revelado el periodista Giulio de Santis en el diario italiano Corriere della Sera. La denuncia ha sido interpuesta por un comunicador de 40 años, quien asegura que Pelayo intentó forzarle para mantener relaciones íntimas no consentidas tras invitarle a cenar en su domicilio ubicado en el centro de la capital italiana.
Según detalla la información publicada por el medio italiano, los hechos habrían ocurrido un mes después del fallecimiento del Papa Francisco y posterior cónclave para elegir a su sucesor al frente de la Iglesia católica. Ambos periodistas se conocieron durante sus respectivas coberturas informativas sobre actualidad vaticana, estableciendo una relación de amistad que derivó en un primer encuentro en casa del veterano corresponsal español, que transcurrió con normalidad. Fue en la segunda cita donde supuestamente ocurrieron los hechos que ahora investiga la justicia italiana.
De acuerdo con la denuncia presentada, tras rechazar una bebida alcohólica, el denunciante sufrió aproximaciones físicas no deseadas por parte de Pelayo, quien habría invadido su espacio personal generando una situación tensa y violenta. El afectado relata que logró huir del domicilio del periodista vallisoletano y, posteriormente, decidió abandonar Roma trasladándose a otra ciudad por temor a encontrarse nuevamente con el acusado. La Fiscalía romana ha concluido ya la investigación preliminar y ha presentado cargos formales por agresión sexual contra Antonio Pelayo, quien actualmente se encuentra imputado.
Quién es Antonio Pelayo: trayectoria de un referente del periodismo religioso
Antonio Pelayo es uno de los corresponsales españoles con mayor trayectoria en la cobertura informativa del Vaticano. Nacido en Valladolid, ha compaginado su labor como sacerdote con una extensa carrera periodística, convirtiéndose en una voz autorizada para interpretar y transmitir los acontecimientos relacionados con la Santa Sede. Durante décadas, ha sido el rostro visible de Antena 3 en Roma para todas las informaciones relacionadas con el papado y la Iglesia católica.
Su dilatada experiencia le ha permitido cubrir varios cónclaves y pontificados, siendo testigo privilegiado de momentos históricos como la renuncia de Benedicto XVI en 2013, la elección del Papa Francisco y, recientemente, los acontecimientos relacionados con su fallecimiento y la elección de su sucesor. Pelayo ha compaginado su labor en televisión con colaboraciones en prensa escrita y es autor de varios libros sobre la actualidad vaticana.
Detalles del proceso judicial en curso
Tras varios meses de investigaciones para esclarecer los hechos denunciados, la Fiscalía de Roma ha formalizado la acusación contra el periodista español. Según publica Corriere della Sera, Pelayo habría contactado con la víctima para disculparse, reconociendo que su comportamiento no había sido adecuado. Este hecho podría ser relevante en el desarrollo del proceso judicial que ahora queda a disposición del tribunal competente.
Las autoridades italianas han tomado declaración tanto al denunciante como a posibles testigos que pudieran aportar información relevante sobre la relación entre ambos profesionales. El caso ha provocado conmoción en los círculos periodísticos que cubren la información vaticana, donde Pelayo era una figura respetada por su conocimiento y experiencia. De momento, ni Antena 3 ni otras entidades vinculadas al periodista español se han pronunciado oficialmente sobre estas acusaciones. Fuentes cercanas al caso indican que el proceso judicial podría extenderse durante varios meses, mientras el tribunal examina las pruebas presentadas por la fiscalía y la defensa del acusado.
El impacto de la denuncia en el periodismo vaticano
Este caso ha generado gran impacto en la comunidad de corresponsales extranjeros acreditados ante la Santa Sede, un círculo relativamente pequeño donde las relaciones profesionales son estrechas. La cobertura informativa del Vaticano requiere un conocimiento especializado de los protocolos, tradiciones y funcionamiento interno de la Iglesia católica, lo que convierte a los periodistas veteranos como Pelayo en referentes para los recién llegados. El denunciante, según recoge la prensa italiana, habría llegado relativamente hace poco tiempo a la corresponsalía en Roma, buscando orientación profesional de figuras establecidas en este ámbito. Esta dinámica de mentorías informales es habitual en el periodismo especializado, especialmente en un entorno tan particular como el Vaticano.
En los últimos años, la Santa Sede ha endurecido sus protocolos frente a acusaciones de abusos, especialmente tras las directrices establecidas por el Papa Francisco para combatir este tipo de conductas dentro de la institución. Las diócesis están obligadas a cooperar con las autoridades civiles y a tomar medidas cautelares mientras se desarrollan las investigaciones. El caso continuará su curso legal en los tribunales italianos, mientras la comunidad periodística que cubre información vaticana observa con atención el desarrollo de los acontecimientos. La presunción de inocencia ampara al acusado hasta que se produzca una sentencia firme, pero la gravedad de las acusaciones ha generado ya un impacto considerable en su entorno profesional y eclesial.
Venga, venga... uno de 40 nacido en los 80 y parece de la generación de cristal...