A principios de 2022, en Cádiz no se hablaba de otra cosa. Uno de los párrocos más queridos, Rafael Vez, iba a ser juzgado por criticar la gestión y los «abusos» del todopoderoso obispo de esa ciudad, Rafael Zornoza. David contra Goliat. Ultima Hora ha podido saber que un abogado de Palma, Xisco Cardona, en la actualidad diputado en el Parlament, fue quién defendió al acusado, que finalmente fue despojado de todos sus cargos.
El caso ha vuelto a la actualidad porque es ahora el obispo el que está en el punto de mira por un supuesto caso de pederastia y ha sido relevado por el Vaticano. Cardona, doctor en Derecho Canónico y abogado del Tribunal de la Rota, no ha querido hacer declaraciones sobre aquel reciente litigio canónico, pero este periódico ha confirmado que fue contratado por el padre Vez cuando Zornoza demandó a aquel por una serie de comentarios en Facebook, que consideró injuriosos.
Al sacerdote le imputaban dos delitos contra la ley divina, relacionados con el quinto y octavo mandamiento sobre la dignidad de las personas y la mentira, y otros cuatro contra la ley canónica, por desobediencia, falsedad y suscitar odio contra el prelado. Como condena le pedían quedar suspendido, retirar sus comentarios del muro de Facebook y que pidiera perdón públicamente.
Cardona, en su día, siempre sostuvo que al ser un proceso que enfrentaba a Zornoza con uno de sus subordinados, el caso planteaba serias dudas de si debía haberse llevado ante un tribunal independiente. De hecho, fue el propio obispo el que montó el tribunal que debía juzgar al párroco.
En 2022, el abogado de Palma mantuvo que «Se han conculcado los más básicos derechos de Rafael Vez. Venimos a este tribunal buscando la verdad y la justicia. Esto no va contra la Iglesia, sino todo lo contrario, queremos defender a la Iglesia del abuso de poder y de arbitrariedad».
Durante su declaración en el juicio, el cura alegó que las críticas que había vertido contra la gestión de su superior no afectaban ni al magisterio, ni a la fe, sino que eran relativas su gestión económica y a supuestos «abusos» que había cometido.
Vez fue destituido de todos sus cargos y tareas de formación y su sueldo menguó de forma considerable. Además, lo enviaron a un hospital como capellán, con el riesgo de que contrajera el coronavirus. También fue suspendido como sacerdote y se le impidió oficiar misas. Su caso levantó una gran indignación porque estaba considerado un «cura del pueblo», muy querido en Conil de la Frontera, donde era párroco.
Hace una semana, el papa León XIV aceptó la renuncia del obispo Zornoza, que había presentado hace 15 meses al cumplir la edad de jubilación de los prelados, si bien la decisión llegó después de las acusaciones de abusos sexuales a un menor cuando estaba en el seminario de Getafe.
La publicación por parte del diario «El País» de la denuncia de abusos a un menor entre 1994 y principios de los años 2000, cuando era sacerdote y dirigía el seminario de la diócesis de Getafe (Madrid), y la noticia de que está investigado, podría haber acelerado la decisión de León XIV. Zornoza estaba siendo investigado desde hace cuatro meses por el dicasterio de la Doctrina de la Fe por un presunto delito de abusos sexuales contra un menor, en los años 90.
Las conexiones mallorquinas en el enfrentamiento canónico del obispo Rafael Zornoza y el párroco Rafael Vez no acaban aquí. Se da la circunstancia de que en aquellos años, el abogado que representaba los intereses del prelado era el hermano de Joaquín Rabasco, el político de Llucmajor.
En cualquier caso, no era la primera vez que la política económica de Zornoza acababa, de forma indirecta, en los tribunales civiles. Desde que llegó a la diócesis de Cádiz y Ceuta en 2011, se sucedieron las denuncias contra él por despidos de trabajadores y conflictos laborales, aunque él se vanagloriaba de haber cuadrado los números de Diócesis muy deficitarias. Rafael Vez criticó en Facebook esos ceses y desahucios laborales.
Y Taltavull, qué dice?. Nada. Debe estar ordenando vacunas.