Rita Irasema, hermana de Emilio Aragón e hija del legendario payaso Miliki, ha revelado detalles sobre su profunda conexión con la fe cristiana y los problemas de salud que enfrenta actualmente. A sus 71 años, la que fuera figura destacada de la televisión infantil española lleva más de veinte años alejada del foco mediático, dedicándose a una vida más tranquila centrada en su familia, la música y su fe. La artista, que brilló en programas infantiles junto a su padre Miliki durante los años 80 y 90, atraviesa actualmente un momento delicado de salud.
Aunque no ha especificado exactamente qué enfermedad padece, ha reconocido estar «enfermita» y haber pasado por tratamientos médicos de gran exigencia en los últimos años, incluyendo «un trasplante autólogo de médula ósea y más cosas», según recoge la revista Semana. A estos problemas se suma «otra cosa también seria», cuya naturaleza tampoco ha querido revelar. En una reciente entrevista para el canal de YouTube 'Refugio Zavala', Rita ha compartido cómo afronta esta difícil etapa: «Un día decidí dejar de luchar sola y me puse en manos de Jesús. Sentí que desde ese momento no tenía por qué cargar con todo yo misma».
Rita Irasema pertenece a una de las sagas artísticas más queridas de España. Hija de Emilio Aragón Bermúdez, conocido como Miliki, y hermana de Emilio Aragón, ha dedicado gran parte de su vida al mundo del espectáculo. Su trayectoria profesional estuvo muy ligada a la televisión infantil y a los programas familiares que marcaron a varias generaciones de españoles durante las décadas de los 80 y 90. Actualmente, a pesar de su delicado estado de salud, Rita continúa manteniendo su pasión por la música. Dirige una escuela en el centro Nuestra Señora de la Fuente del Fresno en Madrid, según la revista Semana, donde ofrece formación musical integral tanto para niños como para adultos.
En el ámbito personal, Rita lleva más de cuarenta años casada con el empresario circense Manuel Feijoo, con quien ha formado una familia con tres hijos. Este matrimonio ha sido otro de los pilares fundamentales en su vida, especialmente en los momentos difíciles relacionados con su estado de salud. «Estoy muy tranquila porque mi hermano y mi familia me ayudan mucho… Y mis hijos, ni te cuento», ha comentado agradecida. Lo que más llama la atención en las recientes declaraciones de Rita Irasema es la importancia que otorga a su fe cristiana como mecanismo de afrontamiento ante la adversidad. Sus palabras revelan una profunda conversión espiritual que ha transformado su manera de enfrentar los desafíos de salud que atraviesa.
«Un día decidí dejar de luchar sola y me puse en manos de Jesús», explica Rita con convicción. La artista describe cómo este cambio de perspectiva le aportó una nueva sensación de alivio y confianza: «Sentí que desde ese momento no tenía por qué cargar con todo yo misma». Para Rita, la espiritualidad cristiana se ha convertido en ese sostén invisible pero poderoso que complementa los cuidados médicos y el apoyo familiar. Aunque actualmente se encuentra alejada de los focos mediáticos, el legado artístico de Rita Irasema permanece vivo en la memoria colectiva española.
Junto a su padre Miliki y otros miembros de la familia Aragón, contribuyó a crear un estilo único de entretenimiento familiar basado en valores positivos, humor blanco y canciones pegadizas que trascendieron generaciones. Su participación en programas emblemáticos como «El Gran Circo de TVE» o sus colaboraciones musicales dejaron huella en miles de niños que hoy son adultos. Las canciones infantiles interpretadas por los Payasos de la Tele, en las que Rita participó activamente, siguen siendo parte del imaginario cultural español y continúan transmitiéndose de padres a hijos.
Este rico bagaje artístico tiene ahora continuidad en su labor pedagógica al frente de la escuela de música. A través de esta actividad, Rita mantiene vivo su vínculo con el arte mientras transmite sus conocimientos y pasión por la música a nuevas generaciones, cerrando así un círculo vital que conecta su pasado televisivo con su presente educativo. Más allá de su fe, Rita Irasema ha destacado la importancia del apoyo familiar en su proceso. «Estoy muy tranquila porque mi hermano y mi familia me ayudan mucho… Y mis hijos, ni te cuento», ha confesado la artista, evidenciando la importancia de contar con personas cercanas durante procesos de enfermedad prolongados.
Estos vínculos no solo proporcionan ayuda práctica, sino también el soporte emocional necesario para mantener una actitud positiva frente a la adversidad. La combinación de fe y apoyo familiar que Rita describe en sus declaraciones refleja un enfoque integral del bienestar que muchos especialistas consideran ideal: atención médica de calidad, acompañamiento emocional de seres queridos y un marco de sentido personal que ayuda a interpretar y afrontar la experiencia de la enfermedad.
Auto engaño para sobrevivir, la medicina es la que la mantiene viva, lo demás son movidas mentales. Le deseo lo mejor, que se recupere y siga disfrutando de la familia. Salud