La boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva se ha visto envuelta en una nueva polémica. El enlace se ha visto ensombrecido por un detalle que ha desatado la indignación de las redes y ha provocado una oleada de críticas: la vestimenta de las camareras. La polémica surgió después de que la pareja ofreciese a los periodistas que se encontraban cubriendo el evento un tentempié y refrigerios.
A pesar del generoso gesto de los recién casados, una de las reporteras grabó el momento en el que salieron los camareros a ofrecerles comida y lo subió a Instagram. En un breve historia, se puede apreciar a los camareros ofreciendo comida y bebida a los periodistas y fotógrafos y la polémica vestimenta que ha dado tanto de qué hablar.
Las camareras lucían un vestido negro de manga larga por debajo de la rodilla y muy cerrado en la zona del escote. Llevaban también medias tupidas negras y bailarinas del mismo color, así como un delantal blanco. Este uniforme ha hecho estallar a las redes, que no han escatimado en críticas en cuanto se han difundido las fotografías y los vídeos del momento y han calificado a los novios de «clasistas».
«¿Esto qué es: una imagen de 2023 o de 1903?», se ha preguntado una usuaria en Twitter. «Me quedé petrificada cuando lo vi. A 30 grados, hay que tener mucha necesidad para trabajar en estas condiciones», comenta otra. Y es que han sido muchos los que han considerado que ese uniforme parecía sacado de otro siglo.
Jo no li veig cap problema. A més després d'oferir-los menjar i beguda, no sé com es posen a criticar-los. Ja saben a on van, quin tipus de covit serà, són còmplices de donar publicitat a aquesta celebració i, a més, cobren per fer-ho. Aquesta gent que critica això ja es podria posar a criticar coses molt més greus, com els que menteixen compulsivament i diuen que són simples inexactituds.