Íñigo Onieva y Tamara Falcó ya son marido y mujer. El matrimonio se dio el 'sí, quiero' el sábado en una ceremonia blindada a los medios por la exclusiva que la pareja había firmado con ¡Hola! La revista ha adelantado a este lunes su edición, normalmente se publica los miércoles, y ha desvelado uno de los secretos mejor guardados: el vestido de novia de la marquesa de Griñón. Tal y como se puede ver en la portada, Tamara lució un vestido blanco con manga francesa, escote pico, botones en la zona central, bordados en dorado y pedrería.
El propio Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera, ha sido el encargado de diseñar este modelo inspirado en el vestido que lució Grace Kelly en su boda con Raniero de Mónaco. Eso sí, la revista desvela que la hija de Isabel Preysler llevó dos estilismos durante la ceremonia, que tuvo lugar en El Rincón. Por su parte Íñigo apostó por un chaqué de tres piezas hecho a medida por de la firma Yusty en azul marino con camisa blanca y corbata también en azul, aunque en un tono más claro.
Entre los invitados destacó la presencia de la madre de Tamara y de sus hermanos, excepto Enrique Iglesias, que fue el gran ausente de la ceremonia. «No viene a la boda de Tamara porque no le gustan las bodas. A la mía tampoco vino», explicó Julio José, para intentar quitar importancia a la decisión de su hermano. Íñigo también estuvo arropado por sus familiares, aunque las que más captaron la atención de los focos fueron su madre, Carolina Molas, y su hermana, Alejandra. Además hubo una gran cantidad de rostros conocidos como Eugenia Silva, Vicky Martín Berrocal, Eugenia Martínez de Irujo, Jon Kortajarena, Cristinas Reyes, Pablo Motos, Nuria Roca, Juan del Val, Damián Molla, Juan Ibáñez, Marron o Cristina Pardo.
Respecto a las anécdotas, Socialité explicó que la casulla de uno de los tres sacerdotes comenzó a arder por una vela, pero por suerte todo quedó en un susto ya que la hermana del novio logró apagar el fuego «a manotazo limpio». Por su parte Aurelio Manzano aseguró en Fiesta que Falcó vivió un momento «incómodo» durante la cena cuando uno de los amigos de Onieva empezó a alabar al empresario: «Es maravilloso, no os creáis lo que habéis visto, mi amigo quiere mucho a Tamara». Íñigo también se animó a hablar y cogió el micro: «Soy una buena persona, no va a pasar otra vez lo mismo, sé lo que pensáis de mi». Según el colaborador, la empresaria bajó la vista avergonzada y es que para Aurelio «más que una carta de amor hacia Tamara era coger el micrófono para justificarse ante todos los invitados».
Pero la diseñadora también recibió una bonita sorpresa de su chico: un espectáculo de luces. Mientras sonaba música, 200 drones iluminaron la noche en El Rincón creando distintas formas como un corazón para acabar dibujando las iniciales de la pareja, «TF» e «IO», acompañadas por el mensaje «Love is in the air». Un espectáculo visual tanto para la novia como para los invitados. La fiesta duró hasta las 7:15 horas de la mañana del domingo y a las 8.30 se pudo ver al matrimonio llegar a su casa en el centro de Madrid.