Esta semana ha tenido lugar la tercera edición de Mallorca Loves MICE. Así que la columna va dedicada al mundo de los eventos.
No es la primera vez que hablamos de este tema, pero como todo en el mundo del social media avanza y eso tenemos que tenerlo en cuenta.
Para empezar, las redes sociales hacen que un evento pueda llegar a muchas más personas que los propios asistentes “físicos”. Podemos hacer que exista un público al otro lado de la pantalla, y no necesariamente de un modo gratuito, por ejemplo haciendo un directo a través de Linkedin. También, compartir en redes sociales nos permite darle voz y hacerlo más grande, ayudarnos a conseguir patrocinadores o a conocer qué grado de satisfacción tienen los asistentes. Las fases sí siguen siendo las mismas: pre, durante y post evento. Repasemos los puntos principales.
En el pre los puntos principales son: selección del hashtag, recolectar el nombre de usuario de los invitados, generar una programación de contenidos en los que ir contando ponentes, programas y actividades que habrá durante la jornada, campañas publicitarias, etc.
Durante el evento, aparte de lanzar el contenido previamente programado, dejaremos un espacio al real time y ayudaremos a crear experiencias en las que los asistentes compartan contenido en sus perfiles (UGC), por ejemplo utilizando gamificación.
Hace unos años el canal principal era Twitter, actualmente los Stories han ganado mucho terreno. Una vez terminado, podemos alargar el evento por unas semanas subiendo contenido como puede ser resumen de las ponencias, álbum y vídeo del evento, agradecimientos a patrocinadores, etc. y realizar un informe con las métricas principales.
Tenemos que tener claro que llevar las redes sociales de un evento conlleva un trabajo, pero puede hacer que consigamos mucho más alcance y mejores resultados que si no las utilizáramos.