La llegada de turismo francés a Menorca lleva disparada desde 2014 en una especie de idilio amoroso que más allá de ser una moda entre parisinos, ha pasado a convertir la isla en un destino al que hay que ir a visitar, como mínimo, una vez en la vida de cualquier ciudadano galo. El impacto de este turismo, que ha crecido desde los 6.000 ciudadanos que volaban a Maó en 2010 a los 96.000 que aterrizaron en 2019, se ha trasladado también al sector inmobiliario con la adquisición de fincas y viviendas, la apertura de establecimientos hoteleros o de proyectos vitivinícolas de capital francés e incluso las primeras boulangeries. En agosto de 2020 abrió sus puertas Menorca Island by Lodge Attitude, una agencia receptiva que se encarga de diseñar y organizar viajes privados y eventos corporativos a medida dirigidos al público francés.
ORÍGENES. Existen distintos motivos de índole personal y profesional que han llevado a Clotilde Auphan y David James a implantarse en Maó para abrir la primera agencia receptiva francesa de Menorca, aunque seguramente el acelerador de todo este proceso haya sido la pandemia.
Estos dos ejecutivos especializados en management, gestión de recursos humanos y marketing, con una larga trayectoria profesional a sus espaldas en grandes corporaciones, fundaron en 2008 una agencia propia de eventos corporativos llamada Lodge Attitude en su Bretaña natal. Su objetivo era ofrecer servicios especializados en el acompañamiento de equipos directivos con toda la experiencia acumulada por el hecho de haberlo vivido durante mucho tiempo desde dentro.
“Decidimos volcar nuestro conocimiento en el diseño de programas de incentivación para directivos en un trabajo fascinante que nos ha llevado durante 13 años a conceptualizar más de 1.700 proyectos y organizar más de 600 actividades, no solo en Francia sino a nivel internacional”, explica David James, cofundador de la agencia. “Nuestro portfolio de clientes está integrado por corporaciones como el Grupo Axa, Groupama, Societé Generale o Group Interaction, entre otros”, añade. La decisión de ampliar su línea de negocio con la creación de una agencia receptiva surgió tras el descubrimiento de la isla hace tres años.
“Llegamos a Menorca casi por azar y sin tener ninguna referencia del destino. Veníamos de pasar una semana de trabajo en Rumanía para explorar oportunidades pero regresamos a casa antes de acabar los planes y optamos por marchar al día siguiente rumbo a Menorca por recomendación de un amigo”, explica Clotilde Auphan. “A las pocas horas de estancia, notamos una bajada de biorritmos, una invitación invisible a ralentizar nuestra ajetreada agenda. La isla, además, nos pareció pura belleza y desconexión a pocos pasos de casa”, confirma. “Nuestro trabajo consiste en ser creativos y llevar a nuestros clientes a un mundo de atmósferas únicas y originales. Menorca nos aportó esa sensación de creatividad que estábamos buscando”, añade.
APERTURA. En agosto de 2020, después de dieciocho meses de preparación y numerosas ideas, tomaron la decisión de implantarse en Menorca para abrir una agencia receptiva y dirigir sus equipos de Francia desde aquí. “La COVID-19 ha acentuado la búsqueda de lugares seguros, serenos, naturales y auténticos como Menorca. Desde 2020, hemos empezado a tejer una red de vínculos con socios privados e institucionales para poner en valor todo este ecosistema menorquín. Desde nuestro establecimiento, nuestros primeros clientes ya han podido descubrir la isla y sus valores con el deseo de repetir porque tenemos esa voluntad de hacer sentir a Menorca en varios momentos”, explica David James.
“Somos conscientes de que la conexión íntima entre Menorca y Francia existe desde hace tiempo y nos damos cuenta que no son solo las playas de junio a septiembre sino que realmente, existe un deseo de descubrir la isla durante todo el año a través de la gastronomía, de la artesanía, de la piedra, del arte, la historia o la permacultura. Franceses y menorquines estamos apegados a nuestra identidad, a nuestra tierra, a nuestra historia, a nuestras tradiciones culturales, artísticas y gastronómicas, a veces con una dosis de chauvinismo. También tenemos en común una parte de nuestra historia, que se respeta y que ha dejado una huella real y multigeneracional. Los menorquines, como los franceses, saben lo que quieren y lo que no quieren. Además, como bretones, encontramos puntos comunes en ciertos paisajes de la isla, en sus costas y calas, su clima atípico y la constante preocupación por la conservación de la biodiversidad”, añade James.
PROYECTOS. Desde Menorca Island by Lodge Attitude ya han desarrollado cuatro líneas de trabajo dirigidas a particulares y corporativos, cuatro propuestas de viaje para sus clientes en busca de sentido y valores que están implantando y que esperan llevar a cabo durante este año, pero sobre todo en 2022.
“Una de las propuestas es un viaje de compromiso solidario que tenemos previsto organizar para empresas y particulares que consistirá en venir a Menorca para participar en alguna actividad que implique involucrar a los clientes en algún proyecto local que nos permita dar un fuerte impulso en torno al desarrollo sostenible. En este sentido hemos firmado un acuerdo con la entidad Menorca Preservation para tender este puente entre Menorca y Francia a través de viajes solidarios que llamamos huella sostenible”, comenta Clotilde Auphan.
Otra de las líneas de trabajo es la que llaman el viaje iniciático, enfocado al futuro responsable de una empresa familiar que en breve tomará el relevo. “Se trata de una experiencia de una semana que está diseñada para brindar al futuro líder un estado de ánimo positivo y de confianza en sus posibilidades. El cliente solo sabe que vendrá a Menorca pero no sabe que navegará durante un día en un llaüt con una persona que ya está al frente de un negocio y que podrá conversar con él sobre como afrontar su presente más inmediato. Tampoco sabe que se encontrará con un coach en Monte Toro con el que hablará de capacidades o que acudirá a una caseta de pescadores, en la que no conocerá a nadie pero donde le harán reflexionar sobre lo esencial en esta vida”, explica David James.
“Nuestro secreto consiste en organizar este tipo de viaje y eventos a medida, inspiradores y sensoriales pero hacerlos exclusivamente en Menorca, una tierra de inspiración. Creemos serenamente que esta isla será mucho más que una moda, será un destino único, sensible, protegido, secreto y adaptado a quienes lo entiendan. Hay lugares en la tierra a los que hay que ir una vez en la vida, y Menorca será uno de ellos”, confirma Clotilde Auphan.