Mucho se ha hablado de la diferencia entre las bolsas europeas y las americanas tras años de divergencias.
Realmente nunca ha habido una correlación perfecta entre los índices de una y otra orilla del Atlántico, pero esa diferencia se está haciendo muy grande, especialmente desde 2009.
Durante estos años los pesos que deberían tener cada bolsa en una cartera han sido fuente de debate. Hay analistas que llevan años diciendo que Europa estaba mucho más barata, mientras que Wall Street incluso vivía una burbuja. En este 2022, tras varios años perdidos para estos analistas parece que el mercado sí está variando los flujos de inversión, penalizando a las empresas tecnológicas tan presentes en Wall Street y beneficiando a los valores más cíclicos con tanto peso en Europa.
Actualmente los ciclos económicos son muy diferentes: mientras EEUU está viviendo ya en una economía saneada tras la COVID, con pleno empleo y con indicadores muy avanzados, en Europa hay países con altas tasas de paro, un tejido empresarial arcaico e incluso incertidumbres políticas.
Sin embargo, se están comportando mucho mejor las bolsas europeas, con dos en verde en lo que llevamos de 2022 (en el momento de escribir este artículo, el FTSE británico y el IBEX dan rentabilidades positivas este año).
¿Qué está beneficiando a las bolsas europeas, o al menos perjudicando menos? Realmente hay más factores negativos que positivos: desde, como se ha comentado antes, el peor escenario macro, hasta problemas políticos (Brexit, varios países con elecciones en breve, discrepancias en España…), pasando por el riesgo de conflicto entre Rusia y Ucrania que, siendo Europa receptor de un porcentaje muy elevado de petróleo y gas ruso, perjudicaría sobremanera a las empresas.
Sin embargo pesan más los aspectos positivos: por un lado el menor ritmo de recorte de políticas monetarias expansivas del BCE y por otro las valoraciones comentadas inicialmente, en buena parte debidas a la falta de peso de empresas tecnológicas.
La pregunta es, ¿se volverán a penalizar valores cíclicos europeos en un entorno de ralentización económica o bien seguirán subiendo hasta alcanzar valoraciones más ajustadas a la realidad? Actualmente todos los índices europeos se mueven en una lateralidad que da muestra de fortaleza: a pesar de los ruidos y de las rentabilidades negativas se han respetado los soportes más fuertes: 8.450-8.000 en Ibex; 4.000-3.850 en EuroStoxx y 14.800 en DAX. Por supuesto, en todo movimiento lateral también hay un techo, en este caso situados en los entornos de 9.000-9.200; 4.400 y 16.280 respectivamente. En caso de perder uno y otro nivel podría cambiar la tendencia y habría que buscar nuevos soportes.
El FTSE británico es una excepción: está cerca de los 7.700-7.900 que supondría romper máximos históricos y por tanto, la posible activación de más compras. Momento interesante para Europa, donde los resultados pueden marcar el devenir a corto plazo.