La mallorquina Hipotels tiene presencia en Mallorca, Cádiz, la isla canaria de Lanzarote y la localidad mexicana de Cancún. Fue a finales de los años 90 cuando el fundador y propietario de Hipotels desembarcó en Canarias. Juan Llull decidió invertir en el archipiélago canario gracias a su buen amigo Joaquín Cañada, un enamorado de Lanzarote, quien llegó a Canarias en 1998 y es el consejero delegado del Club Lanzarote. Hipotels cuenta en la actualidad con dos hoteles con un total de 511 habitaciones y unas 1.300 plazas en Lanzarote. En ambos casos, tal y como suceden en Mallorca, en Cádiz y en Cancún, los establecimientos son en propiedad. En este sentido, Hipotels siempre ha apostado por los establecimientos en propiedad. «Nuestros hoteles en Lanzarote están situados en Playa Blanca y Puerto del Carmen, que son las dos zonas más turísticas de la isla», asegura Cañada.
La nula estacionalidad es la principal característica de los hoteles de Canarias, que tradicionalmente consiguen excelentes ocupaciones y con un alta tarifa media durante los doce meses del año. «No hay grandes diferencias en la forma de afrontar la operativa entre Canarias y Mallorca. Lo más significativo es que Canarias no tiene estacionalidad, lo que hace que tengamos unas ocupaciones bastante lineales. Durante los últimos años anteriores a la pandemia se alcanzaron ocupaciones medias del 95% anuales con un buen ADR», indica. Respecto a Lanzarote, el consejero delegado de Hipotels en la isla explica que se trata de una isla peculiar. «Cada isla tiene su foco de turismo diferenciado. Lanzarote se distingue por su paisaje volcánico, aunque es bueno recordar que todas las Canarias son volcánicas. Lanzarote, en todo caso, es la más singular», señala.
Cañada asegura que la pandemia ha afectado más a Canarias que a Balears, precisamente por el hecho de no tener estacionalidad. «La pandemia afectó más a Canarias que a Balears ya que, al no tener estacionalidad, ha visto parada su actividad más meses que otros destinos», afirma.
La empresa decidió cruzar el charco e instalarse en el Caribe en octubre de 2018, cuando abrió su primer y único establecimiento en la zona hasta el momento. Cañada explica que los planes de expansión de la compañía están ahora centrados en México por la excelente rentabilidad del negocio y las grandes posibilidades de crecimiento, aunque recuerda que también disponen de terrenos en Lanzarote. «Por ahora, los planes de expansión están fuera de España, en Cancún, pero tenemos terrenos para desarrollar en Lanzarote a medio y largo plazo», asegura.