La aprobación inicial por parte del Ayuntamiento de Eivissa del Plan Especial del puerto de la ciudad a finales del pasado mes de diciembre abre la puerta a que la Autoritat Portuària de Balears (APB) invierta más de cien millones de euros en las instalaciones portuarias en los próximos cuatro años. Unas inversiones que marcarán un punto de inflexión en la ciudad y que transformarán por completo el puerto de Eivissa así como lo conocemos hoy.
Según las últimas estadísticas publicadas por la APB y a falta de conocer las cifras del mes de diciembre, por el puerto de Eivissa pasaron el año pasado 3,5 millones de pasajeros, un 13% más que en el mismo periodo del año 2022. La línea regular entre las Pitiüses ha incrementado su pasaje un 5% y sumará, de nuevo, más de dos millones de pasajeros. Cabe recordar que el de Eivissa es el único puerto de la mayor de las Pitiüses activo para el tráfico regular de pasajeros, ya que desde junio de 2021 y tras más de dos años de moratoria, el puerto de Sant Antoni de Portmany, gestionado por el Govern a través Ports de les Illes Balears, está cerrado al tráfico de mercancías y sólo deja operar a ferrys para el transporte de pasajeros y sus vehículos con una eslora de 65 metros como máximo.
Unas exigencias que supone el cierre ‘de facto' del puerto al tráfico regular, ya que las navieras consideran inviable, por seguridad y por las exigencias actuales de comodidad, fletar un barco de estas medidas para conectar Sant Antoni con la Península.
TRASLADOS. Uno de los cambios previstos por la APB en el puerto de Eivissa es el traslado de la estación marítima de las embarcaciones que realiza la línea regular con la isla de Formentera, que se moverá donde en la actualidad están situados la zona de varadero y la cofradía de pescadores. En este mismo lugar está prevista una de las actuaciones más esperadas para la ciudad: la construcción de un aparcamiento subterráneo de 700 plazas. Una actuación que, sin embargo, la APB no es prioritaria y, por lo tanto, no llevará a cabo en los próximos cuatro años.
El presidente de la APB, Javier Sanz, presidió a mediados de diciembre su primer Consejo de Navegación del puerto de Eivissa, en el que anunció una inversión de más de 100 millones de euros hasta 2027. El próximo año, la inversión en Eivissa superará los 15 millones euros, con una batería de actuaciones en el primer trimestre de 2024 por valor de 11,5 millones. «Para nosotros, el de Eivissa es un puerto importante», reconoció Sanz. En este sentido, la APB ha contemplado inversiones en eficiencia energética, con 1,5 millones de euros, instalación de defensas en los muelles por 1,2 millones de euros, la remodelación de escaleras mecánicas y ascensores de la estación marítima de es Botafoc, por tres millones de euros, y un plan de accesibilidad en todo el puerto de 2,5 millones.
Además, se prevé la rehabilitación y reconversión del edificio de viviendas del puerto deportivo Marina Botafoc para instalar a la Guardia Civil y Salvamento Marítimo con un coste de un millón de euros y la adecuación de la avenida de Santa Eulària, a la que se destinarán 1,5 millones. Por otro lado, la Autoridad Portuaria prevé la remodelación de todo el paseo marítimo de es Botafoc, desde la rotonda que da acceso al puerto deportivo hasta el faro, con un presupuesto de cinco millones de euros. Un proyecto que para el Ayuntamiento de Eivissa es prioritario, aunque desde el ente portuario señalan que la licitación está prevista para el 2025. Un nuevo paseo en la zona de es Botafoc que llevará el nombre de ‘Ibosim', que era el nombre de la isla de Eivissa en época púnica. Por su parte, la cofradía de pescadores y el varadero, que deberán dejar su espacio para la futura estación marítima de Formentera, se trasladarán a los muelles comerciales.
ANDENES. El plan especial prevé en la zona de los muelles sur, en la avenida de los Andenes, consolidar la edificabilidad y la altura de los edificios existentes en es Martell, el número 1 de la calle Lluís Tur y Palau y la estación transformadora e incorporar una reserva de 150 m2 de superficie en planta baja para la construcción de pérgolas. No se prevé la construcción de ninguna edificación fija para dar servicio al tráfico de cruceros, «salvo que algún organismo público solicite justificadamente alguna instalación fija». Eso sí, se contempla la posibilidad de una instalación desmontable para albergar los escáneres y otros elementos de seguridad y protección que den servicio al tráfico de cruceros. Los usos del edificio de es Martell se limitan a comercios o establecimientos públicos tipo cafetería, cantina o salas de exposiciones y conferencias, mientras que en el edificio situado en la calle Lluís Tur y Palau se deberá prescindir del uso residencial porque está prohibido en todo el ámbito del dominio público portuario.
En la zona donde ahora atracan los barcos de Formentera se prevé eliminar esta línea para dar cobijo a usos náutico-deportivos y tráfico local. Se demolerá la actual estación marítima para construir una o varias edificaciones de una sola planta para taquillas de venta de billetes y servicios para la dársena de poniente. Asimismo, se prevé renovar el paseo en el muelle de la ribera de poniente e instalar un nuevo carril bici para dar continuidad al de los muelles sur y al del paseo de Juan Carlos I.
CLUB NÁUTICO. El plan especial propone aumentar la edificabilidad del Club Náutico de Ibiza para la mejora de estas instalaciones y reducir la zona dedicada al varadero. Con el traslado de la cofradía de pescadores y del varadero a los muelles comerciales, esa zona quedará libre para la construcción de la nueva estación marítima de la línea entre las Pitiusas. En esta zona se incrementará la edificabilidad para la ampliación futura de las instalaciones existentes, así como para la construcción de una instalación de generación y suministro de energía a embarcaciones. Sobre la gestión en un futuro del Club Náutico Ibiza, Javier Sanz reconoce que «es un tema complicado, pero vamos a intentar solucionarlo y a ver si encontramos la fórmula mágica» para que la entidad ibicenca pueda mantener la concesión de las instalaciones.
En la zona del puerto deportivo de Marina Ibiza se propone reducir la edificabilidad y la ocupación del área a la correspondiente a los parámetros existentes anteriormente a las últimas ampliaciones realizadas, así como la reconfiguración de la edificación según los parámetros fijados en el planeamiento urbanístico de la ciudad, cuando se extinga la concesión existente actualmente. Se prevé aumentar la dotación de aparcamientos mediante la incorporación de un aparcamiento subterráneo.
En el puerto deportivo de Marina Botafoc se prevé la reconfiguración total de la edificación según los parámetros fijados en las normas urbanísticas. Se mantiene la edificabilidad de los dos edificios de apartamentos de esta zona, pero los nuevos inmuebles no podrán tener usos residenciales. También se prevé un parking subterráneo.
En es Botafoc se propone reservar un espacio la construcción de las edificaciones necesarias para adaptarse a los futuros requerimientos de seguridad, para la ampliación del edificio de la estación marítima y para la construcción de una infraestructura de cuarentena de mercancías y evitar la entrada de especies invasoras con una edificabilidad de 2.000 m2.
A pesar de que la APB ha previsto nuevos usos en el faro de es Botafoc como pueden ser los de restauración o equipamientos culturales, al ser un bien patrimonial catalogado deberá mantenerse el uso actual de equipamiento portuario. Además, se prohíbe en toda la zona portuaria la apertura de discotecas, salas de fiesta o nuevos restaurantes o cafés.
CRUCEROS. La temporada de 2023 ha supuesto un nuevo récord en la llegada de cruceros, con 187. Por primera vez en la historia se han superado los 552.000 cruceristas, lo que supone un incremento del 86% en comparación con el año 2022. La intención tanto del Ayuntamiento de Eivissa como de la APB para la temporada 2024 es que no coincidan en los muelles de es Botafoc más de dos cruceros atracados a la vez.