Francisco Martorell Esteban (Mancor de la Vall, 1951) preside desde 2019 la Asociación de Industriales de Mallorca (Asima) y representa a todas las empresas de los polígonos de Son Castelló y Can Valero. En octubre la asociación celebra su sesenta aniversario y Martorell está orgulloso de estar al frente de la entidad, pero tiene claro que todavía queda mucho trabajo por delante para mejorar los polígonos.
Uno de los objetivos que usted apuntó en su reelección como presidente de Asima hace ya un año es la necesidad de contar con un plan de mantenimiento de los polígonos, ¿se ha avanzado?
El plan de mantenimiento de los polígonos de Son Castelló y Can Valero es una reivindicación que hace muchos años comunicamos al Ajuntament de Palma. Uno de los grandes logros que conseguimos fue la bandera Q de calidad, la primera en Balears, y está homologada a través de la Confederación Española de Polígonos Empresariales (CEPE) y por la AENOR. También en 2022 firmamos un convenio de colaboración con el Ajuntament para el arreglo de los alcorques de la vía pública.
¿El hecho de que Alejandro Sáenz de San Pedro, exdirector general de Asima, sea ahora conseller d'Empresa, Ocupació i Energia facilita el entendimiento con las instituciones?
Con el ahora conseller compartí 21 años en Asima como director y durante 10 años ostentamos la presidencia nacional de la CEPE. Es la persona más preparada y que mejor conoce la problemática que tienen los polígonos industriales. Considero que es una persona muy válida. De hecho, en su Conselleria hay una dirección general de polígonos y se ha creado una ley para que Asima pueda hacer de intermediaria entre los polígonos industriales de los municipios y la administración. Además, hemos reactivado la Federación Balear de Polígonos, que lidera Asima.
¿Cuáles son los principales problemas de los polígonos?
Las problemáticas son las de siempre. Es decir, los coches abandonados, la limpieza... La movilidad y el aparcamiento son uno de los grandes problemas. Hay muchas dificultades para aparcar. Además, el tema de los botellones es otra cuestión que debe solucionarse. Este año, en colaboración con la Policía Nacional y la Policía Municipal, se ha erradicado bastante y se ha conseguido que no proliferaran. Además, tenemos el problema de las carreras ilegales de coches y de motos, que suponen un gran peligro.
¿Tiene solución el problema del aparcamiento en los polígonos de Son Castelló o Can Valero?
Hicimos una fase experimental y los coches que venían aparcaban en el parking que está al lado de Son Fusteret para descongestionar el polígono y, con un autobús lanzadera, se acercaban tanto a los visitantes como a los empleados a sus centros de trabajo. Este proyecto piloto fue un éxito, pero ni las empresas adheridas ni Asima nos debemos de hacer cargo del coste total. Ahora tenemos un autobús que dice ‘Son Castelló', pero no es práctico, al igual que el metro. Pedimos que se adapte a los horarios de los ciudadanos que acuden al polígono. Parece que solo va destinado a los estudiantes de la Universidad y, además, en verano recortan las frecuencias.
Asima cuenta con un buen número de proyectos solidarios ¿de cuál está más orgulloso?
En general de todos los que tenemos. Ser solidario está dentro del ADN de Asima y en la constitución de la Fundación Asima. Como empresario siempre digo que la Fundación Asima es un poco el corazón de todos los asociados. Entre muchos otros, tenemos el proyecto que supone la recogida de alimentos y juguetes en Navidad, que destinamos a diferentes ONG. Ayudamos también a las familias llegadas de Ucrania cediéndoles un espacio en el Antiguo Parque de Bomberos Asima y también tenemos ‘Huertos solidarios', unas parcelas en las que entidades y asociados pueden sembrar.
El próximo 16 de julio se cumplirán 60 años del nacimiento de Asima y celebrarán una gala en el Palau de Congressos de Palma en octubre.
Como te puedes imaginar, celebrar el sesenta aniversario de Asima es muy emocionante para mi. No es fácil que una asociación empresarial perdure en el tiempo. Estoy en Asima desde 1988 y estoy muy orgulloso de una asociación que aporta tanto a la economía de las Islas y que, además, fue uno de los primeros polígonos que se fundó en España gracias a una iniciativa privada. En esta fiesta queremos dar protagonismo a nuestros asociados, que son nuestra razón de ser y de existir. Soplaremos las velas juntos.
Los polígonos nacieron con un alma industrial, que con los años se ha ido trasformando en comercial. ¿Cómo es la convivencia entre ambas actividades?
Somos polígonos empresariales que acogemos distintas actividades. No tienen nada que ver con la industria que nos hacen imaginar con las típicas chimeneas. Somos unos polígonos de servicios, empresariales, de todo tipo de actividades. Tenemos autónomos, pequeñas y medianas empresas, grandes empresas y multinacionales. También hay todo tipo de actividades, desde concesionarios de coches hasta empresas de construcción... Nosotros nos consideramos un polígono empresarial con áreas comerciales, ya que los ciudadanos también vienen a comprar.
La principal actividad de la economía balear es el turismo. ¿Está la industria abocada a la desaparición en las islas? ¿Solo podrá subsistir la industria relacionada con la actividad turística?
Bueno, yo creo que directa o indirectamente todos vivimos un poco de la industria turística, pero nosotros tenemos otras actividades que no tienen relación directa. Creo que el futuro está garantizado y no hay ningún problema. El turismo debe racionalizarse y ampliar al máximo al máximo la temporada turística, que es lo que siempre hemos querido.