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Los cruceristas se apuntan a Eivissa

La llegada de barcos con mayor capacidad provoca un nuevo récord de viajeros y un desembolso de 17 millones de euros en la isla pitiusa

El Costa Toscana, con capacidad para más de 5.000 pasajeros, atracado esta semana en el puerto de Eivissa procedente de Barcelona. Tras pasar diez horas en Eivissa, zarpó rumbo a Palermo. | ARGUI ESCANDON

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En pleno debate sobre la masificación turística, la llegada de cruceristas al puerto de Eivissa batió un nuevo récord en 2023. Según los datos recogidos por el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation con datos aportados por el Ibestat y la Autoritat Portuària de Balears (APB), 548.969 cruceristas llegaron a los muelles de es Botafoc el pasado año, lo que supone un incremento del 86 por ciento en comparación con el año anterior y un 39 por ciento superior al anterior récord registrado en 2019 con casi 300.000 cruceristas. Según esta fundación ecologista, el conjunto de cruceristas que llegó a Eivissa el pasado año supuso casi 3,5 veces la población residente en la isla pitiusa. No obstante, de los casi 550.000 cruceristas que viajaron a bordo de estos cruceros que atracaron en Eivissa, hubo 150.000 personas que decidieron quedarse a bordo durante la escala, según datos del Ibestat.

Este aumento de turistas que eligen un crucero para pasar sus vacaciones no solo se explica por una mayor afluencia de este tipo de grandes embarcaciones sino también por su mayor tamaño. De hecho, en 2023 atracaron en el puerto de Vila un total de 188 cruceros, lo que representa un incremento del 34% en comparación con los 140 cruceros registrados el año anterior. Sin embargo, tan solo son cinco cruceros más de los que recalaron en los muelles de es Botafoc en 2017, año en el que se fijó el anterior máximo histórico de cruceros en el puerto de Eivissa. En los 183 cruceros de 2017 llegaron a Eivissa más de 338.849 turistas, cifra que se ha incrementado un 62 por ciento en 2023. «Este incremento podría estar relacionado con el mayor tamaño y capacidad de las embarcaciones que han amarrado en la isla durante el último año», explica Itziar Arratibel, coordinadora técnica del Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation.

Dos cruceros atracados en los muelles de es Botafoc.

En comparación con el resto de las islas del archipiélago balear, Eivissa ha mostrado un crecimiento notable en la proporción de cruceristas que recibe. Según los datos analizados por el Observatorio, en 2023, la mayor de las Pitiüses recibió el 31,8 por ciento de los más de 1,7 millones de cruceristas que llegaron a las Illes Balears. Este porcentaje representa un aumento significativo respecto a 2019, cuando la isla acogió el 23,06 por ciento de cruceristas en Balears. Esta tendencia al incremento también se refleja en el número de embarcaciones de crucero que llegan a Eivissa. En 2023, la isla recibió el 31,8% del total de cruceros que arribaron a las Balears, superando el 27,5% registrado en 2019.

GASTO EN LA ISLA. Los cruceristas que tras llegar al puerto de Eivissa decidieron visitar la isla realizaron un gasto de 17,32 millones de euros, con un incremento del 77 por ciento en comparación con el año 2022, cuando el gasto fue de 9,78 millones. Esto supone un gasto turístico por persona de 43,03 euros, un 7,74% más que el año anterior. En el conjunto de las Illes Balears, los cruceristas dejaron en el archipiélago 76,81 millones de euros por los 48 millones de 2022, lo que implica un aumento del 60%, según los últimos datos publicados por el Ibestat. El presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, destaca este incremento en el gasto de los cruceristas en Eivissa. Un tipo de turista que «ya no es de alto standing, sino que se ha democratizado. Antes era más elitista, ahora ha crecido el número de cruceristas».

En Eivissa ha sido donde más se ha incrementado el gasto de los cruceristas, ya que en Mallorca el aumento ha sido del 56,42% para un gasto total de 57,7 millones de euros, mientras que en Menorca el gasto ha sido de apenas 1,79 millones y un incremento del 33,6%. En cambio, los cruceristas se dejan más dinero en Mallorca, ya que su puerto es inicio y final en muchos de los trayectos. En este sentido, los cruceristas que se suben al barco en Palma tienen un gasto por persona de 292,47 euros, mientras que los que tan solo recalan en Mallorca gastan apenas 33,69 euros, lo que supone una media de 47,39 euros por visitante. Los cruceristas de Menorca son los que menos gastan de todo el archipiélago, con un gasto de 28,63 euros de media por cada excursionista.

SATURACIÓN. Uno de los problemas que acarrea la masiva llegada de cruceristas a Eivissa es la saturación en momentos puntuales de servicios como el transporte público. Una situación que las autoridades ibicencas intentan paliar con el atraque escalonado de estas grandes embarcaciones y, en la medida de lo posible, que no coincidan más de dos cruceros a la vez en los muelles de es Botafoc. Sin embargo, hasta en siete ocasiones han estado atracados tres cruceros simultáneamente en este 2024 en el puerto de Eivissa. Una situación que en septiembre se repetirá los días 21, 24 y 27. De hecho, el 24 de septiembre llegarán a coincidir hasta cuatro cruceros, según las previsiones de la Autoritat Portuària.

Los cálculos de las instituciones es que los muelles de es Botafoc pueden soportar el desembarco a la vez de 3.000 pasajeros. Si se sobrepasa esta cifra es cuando servicios como el taxi o el autobús empiezan a resentirse y se acumulan cruceristas esperando al sol un transporte público que lo lleve hasta el centro de la ciudad. En este sentido, Alfonso Rojo recuerda que desde la patronal «siempre hemos abogado por tener un buen control del flujo de los cruceristas que llegan en estancias cortas» y destaca que «el trabajo que se ha realizado con el City Boat para llevar a los turistas al centro de la ciudad. Ha sido una medida que ha dado resultado y que ha supuesto que los cruceristas visiten nuestros comercios y nuestros restaurantes».

Cruceristas disfrutando de una visita guiada por el casco histórico de la ciudad de Eivissa.

Rojo insiste en que lo ideal sería que en los muelles de es Botafoc «no se junten tres cruceros y que no haya días sin ninguno. Es lo que le pedimos a las compañías de cruceros para que los cruceristas tengan visitas adecuadas y no lleguen a un sitio masificado y que no puedan disfrutar». Por este motivo, considera que escalonar la llegada de cruceros al puerto de Eivissa «es positivo y el crucerista se lleva una imagen positiva al no estar media hora esperando al sol».

Desde el Consell d’Eivissa también reclaman al sector que continúe coordinándose con la Autoritat Portuària de Balears «para que haya un desembarco ordenado de pasajeros, que no colapse el puerto ni las entradas a la ciudad». Y añaden que «es necesario» que la APB «tome medidas para evitar la coincidencia de dos o más cruceros grandes en la ciudad, como ahora pasa en días concretos».
Por su parte, desde el Ajuntament de Eivissa consideran que «todo el mundo es bienvenido a la ciudad de Eivissa» y que el número de cruceristas que puede recibir la capital ibicenca «es aquel que permita darles una buena acogida en la ciudad a nivel de infraestructuras, transporte y servicios públicos. Eso es lo que les hará disfrutar de una buena experiencia en la ciudad, y también permitirá que nuestros vecinos y comerciantes puedan atenderles y convivir de forma respetuosa y fluida». Por esta razón, piden al vicepresidente primero del Consell d’Eivissa, Mariano Juan, que como representante en el consejo de administración de la APB «se mantenga ese límite en la coincidencia de cruceros en un máximo de dos al día» y recuerdan su «máxima disposición y coordinación para favorecer un correcto tránsito desde es Botafoc hacia la ciudad a través del transporte público».

MEDIOAMBIENTE. IbizaPreservation apunta que el turismo de cruceros puede generar «un impacto irreversible en nuestros ecosistemas marinos y costeros». «Estos buques vierten de manera continua aguas de sentinas, aguas grises, aguas negras y lastre, que en muchos casos contienen especies invasoras. A esto se suman los residuos sólidos, la contaminación ambiental y visual, y los daños que provocan, cuyas consecuencias a largo plazo apenas compensan los escasos beneficios económicos que aportan a la comunidad local», destaca Elisa Langley, bióloga de IbizaPreservation. En este sentido, desde el Consell d’Eivissa reclaman al sector un esfuerzo para mejorar su sostenibilidad ambiental. «Se tiene que pedir al sector, y nos consta que son conscientes, que apuesten por sistemas que hagan más sostenible su transporte, y a la Autoridad Portuaria que lo facilite», señalan desde la institución e instan a las compañías que «estudien alternativas a la manera de funcionar actual, como evitar tener los motores encendidos durante su estancia en el puerto».

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