La firma del Convenio Colectivo de Hostelería 2025, broche de un diálogo exigente entre patronal y sindicatos, supone un salto estratégico para un sector clave que abarca alojamiento, restauración y ocio nocturno, y se erige sobre el respeto mutuo, la generosidad y el equilibrio. Garantiza seguridad jurídica y paz social, permitiendo planificar inversiones con certidumbre. Desactivamos con habilidad una huelga de cinco jornadas en julio y paramos el bloqueo del aeropuerto en plena temporada, evitando un grave impacto reputacional y operativo.
Se ha pactado un incremento salarial del 13,5% en tres años (6%, 4% y 3,5%), superando la previsión del trienio y proporcionando a futuro un 14% de ganancia de poder adquisitivo acumulada para 180.000 trabajadores. La negociación fue larga, intensa y muy compleja por las tensiones entre UGT y CCOO que han dificultado el proceso negociador natural. Alcanzamos un preacuerdo con UGT, debatido posteriormente en la Comisión Negociadora de cierre, en la cual se aceptaron modificaciones que favorecieron la firma de todas las organizaciones, salvo Ashome -adherido en primera instancia- y CCOO pese a haber aceptado incluir algunas de sus reivindicaciones. Su adhesión, si valoran el conjunto de medidas, aún es posible.
El CCHIB refuerza la flexibilidad en la contratación, el llamamiento de los fijos discontinuos e incorpora herramientas de gestión de plantilla, descansos, relevo generacional y la reversión de la garantía de ocupación ante variaciones de actividad. Las adaptaciones al Estatuto de los Trabajadores y a las últimas leyes LGTBI y de libertad sexual moderniza permisos, excedencias y conciliación e impulsa entornos inclusivos además de reforzar la salud laboral. No prospera la aspiración sindical de reducción de jornada a 35h, se limita la compensación por extinción, aunque se elevan los seguros por incapacidad y por accidente o fallecimiento.
Con la modernización de este convenio sentamos las bases para afrontar retos esenciales: reducir el absentismo y mejorar la productividad. El Observatorio, pionero en el sector, generará propuestas para el próximo convenio y apelará a las administraciones con urgencia máxima, pues el absentismo costará 32.000 millones de euros en 2025. Toda negociación implica cesiones y logros; optamos por un diálogo sincero, donde todos ganamos: trabajadores con estabilidad y alzas salariales, y empresas con un marco ágil, adaptado y previsible. Tras meses de intenso trabajo iniciado por la FEHM antes de la denuncia del convenio, agradezco su labor al despacho Cuatrecasas de Palma, al equipo negociador de la FEHM y a los profesionales de la Comisión Negociadora, así como a los sindicatos y patronales que culminamos el pacto el 8 de julio. Con este convenio, la hostelería balear se proyecta hacia un desarrollo sostenible, generador de empleo de calidad y crecimiento, con la firme voluntad de continuar liderando a nivel estatal en los próximos tres años.