La temporada ha venido marcada por la contención, por la desaparición del efecto champán, por la normalización de los flujos de visitantes y por el incremento de precios. Hay unanimidad: «Ha sido una buena temporada».
Marga Prohens, presidenta del Govern; Rosario Sánchez, secretaria de Estado de Turismo del Gobierno de España; Jaume Bauzá, conseller de Turisme, Cultura i Esports; Javier Vich, presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca; Pedro Matutes, CEO de Sirenis Hotels; Maria Antònia Llull, vicepresidenta de Hipotels; Ramón Juan, director comercial de Empresas de CaixaBank en Balears; Antoni Barceló, presidente de Habtur; Rosa Nordfeldt, directora de sostenibilidad de Air Europa; Xavier Pastor, ecologista, y José Bosch, presidente de Restauración CAEB Menorca, intercambiaron opiniones durante más de dos horas. En esta oportunidad hubo tres grades consensos: la contención ya es una realidad, la temporada ha sido buena y el Pacto Social y Político por la Sostenibilidad es una excelente idea que debe traducirse aún en medidas concretas.
Una valoración general de la temporada fue la primera cuestión abordada. Javier Vich transpiraba satisfacción. «Hemos de superar los datos de ocupación y optar por hablar de valor. Los datos que tenemos de enero a octubre es que el gasto turístico se ha incrementado un 3%. Además, somos capaces de abrir más establecimientos en el primer trimestre, en abril ya teníamos, prácticamente, el 80% de la planta hotelera abierta. Por otro lado, hay que considerar que la temporada 2025 se ha normalizado y podemos decir que ha desaparecido el efecto champán, ya no creceremos en dos dígitos. De hecho, en julio, hemos caído un 0,8% en número de viajeros internacionales en Mallorca. La contención ya es una realidad. En temporada alta no podemos crecer, pero sí que hay margen en el primero y en el último trimestre del año. Además, hemos firmado el mejor convenio de hostelería de España. En definitiva, la temporada ha sido buena», explica Vich.
Xavier Pastor dejó claro desde el primer momento que no compartía el optimismo empresarial y que su apuesta es el decrecimiento. «Naturalmente, no puedo compartir el optimismo empresarial. Hablaba de crecimiento y normalidad. De hecho, mantiene las expectativas de incrementos al inicio y al final del año. Entiendo que debería existir un decrecimiento. Esta temporada está marcada por la encuesta de la Agència Estratègica de Turisme de les Illes Balears, que reflejó que un 76% de los ciudadanos de Balears considera que hay demasiados turistas. Además, un 69% está a favor de limitar el número de visitantes. Son factores novedosos ante los que la administración debe reaccionar», asegura y recuerda, acto seguido, la importancia del Índice de Presión Humana.
Rosario Sánchez puso en valor que ha aumentado más el gasto que el número de turistas y que se avanza en la desestacionalización. «Las métricas tradicionales ya no son suficientes. El número de turistas o el gasto ya no explican si está mejorando la calidad de vida de los residentes ni tampoco sirven para medir los impactos medioambientales o saber si estamos consiguiendo reducirlos. En general, aumenta más el gasto que el número de turistas y también podemos constatar que se está consiguiendo una cierta desestacionalización. Un hecho que se constata día a día es que Balears es diversa y que el comportamiento de cada una de las islas es diferente. Es decir, que las decisiones han de ser ajustadas a cada territorio», asegura la secretaria de Estado, que señala que «la desestacionalización es un fenómeno generalizado en España» y destaca que, en todo caso, «Balears ha crecido más en viajeros internacionales que el conjunto de España». Sánchez, en este sentido, cuestiona que Balears avance hacia la contención.
Rosa Nordfeldt, por su parte, explica que Air Europa tiene una situación de estabilidad en Balears. «Esperamos llegar a los dos millones de pasajeros entre la Península y Balears. En Balears hemos crecido un poco, pero nuestra situación es de estabilidad», manifiesta. Antoni Barceló explica que el turismo nacional ha retrocedido, pero que la temporada ha sido muy similar a la anterior. «Ha sido una temporada similar a la del año anterior, aunque con algunos matices. El mercado nacional, por ejemplo, ha experimentado un retroceso. Además, hemos notado caídas en la ocupación en los meses de mayor calor. En cambio, abril fue muy bueno; octubre, también, y esperamos un noviembre excelente. Creemos que ya hay un tipo de turista que busca menos gente y menos calor. En este sentido, en la primera quincena de julio fue en la que notamos una mayor caída», afirma.
Jaume Bauzá está satisfecho porque la temporada ha sido buena y el mensaje de contención ha calado. «Me gusta decir que no hace falta batir récords de llegada de turistas para que la temporada sea buena. Crecemos a un dígito y cuando lo hacemos con mayor intensidad es en la temporada baja o media. El mensaje de contención ha calado, puesto que además aumentamos en valor. Esperamos que el 2026 sea de contención en temporada alta y de crecimiento en los meses que dan inicio y cierran el año. Y siempre con un mayor gasto», indica.
Marga Prohens incidió en que Balears cuenta con un modelo de éxito en el que ya está puesto el acento sobre el valor. «Los diagnósticos son vitales para no errar en las soluciones. La mejor noticia, cuando hablamos de la temporada, es que no ha acabado. Tenemos, y hay que decirlo, un modelo de éxito, que permite que nuestra economía crezca un 3,2%, por encima de la media española y el doble de la media europea. A partir de aquí, podemos fijar todos los matices necesarios. Tenemos un modelo que nos ha permitido una subida salarial del 13,5% en tres años, la más importante de España. El acento está ya sobre el valor y no sobre el volumen. Además, el Índice de Presión Humana ha bajado tanto en junio como en julio. Y retrocede con una bomba demográfica en Balears. En el año 2000 éramos 845.000 habitantes en Balears y en 2024 ya somos 1.244.000 residentes. Superamos considerablemente el crecimiento demográfico en Europa y en España. Las infraestructuras se han de poner al día», asegura.
Pedro Matutes pone en valor el trabajo realizado para acabar con la oferta ilegal. «En Eivissa y Formentera hemos comprobado este año una cierta estabilidad en el número de visitantes. En el caso de los alojamientos hemos tenido una pequeña mejoría en la ocupación y el crecimiento de los precios se ha moderado. La temporada, en definitiva, ha sido muy positiva. La oferta complementaria asegura que ha tenido resultados desiguales. En Eivissa se ha hecho un trabajo excepcional, como no se había hecho en 20 años, para luchar contra la oferta ilegal. Es un cambio muy importante», señala. Maria Antònia Llull explica que la ocupación ha experimentado un pequeño retroceso, pero que la temporada ha sido buena. «En Hipotels, las ocupaciones han sido un poco más bajas esta temporada, aunque en resultados ha sido una campaña muy similar a la del año pasado. Con la subida de precios hemos podido amortiguar parte de los costes adicionales que hemos tenido. Nosotros trabajamos mucho para poder abrir cuánto antes y cerrar lo más tarde posible. Creo que parte de los turistas que tenemos son prestados. Mallorca es un destino seguro que se ve beneficiado por los diferentes conflictos que existen. Hemos detectado que se empieza a notar la recesión en Alemania. Se ha reducido la estancia media y, además, hemos detectado un retroceso en el todo incluido y un incremento del alojamiento y desayuno», manifiesta.
José Bosch considera la temporada irregular y explica que el ticket medio se ha reducido de forma importante. «La temporada ha sido irregular. Un día era bueno y otro no. La realidad es que los clientes no tienen el poder adquisitivo que tenían antes. El ticket medio ha bajado de forma considerable. Tenemos un convenio que estamos encantados de que sea muy beneficioso, pero en Menorca es difícil de soportar», argumenta. Ramón Juan tiene una visión positiva de la temporada. «En términos globales nuestra visión es muy positiva. La UE está creciendo alrededor del 1% y nosotros en Balears lo hacemos en torno al 3%. Crecemos en valor y no en número de visitantes. Además, hay un buen nivel de gasto y los precios hoteleros son muy buenos. Nuestro servicio de estudios no ve una crisis en el horizonte. Pensamos que la temporada del año que viene será muy similar a esta, aunque hay que ser conscientes de las dificultades de Alemania y Francia», explica.
El Pacto por la Sostenibilidad y una posible reforma de la Ley del Turismo centraron también buena parte del debate. Hubo coincidencia en señalar que el Pacto es una excelente herramienta, una gran oportunidad, pero que necesita concreción. Respecto a la ley turística, Bauzá dejó claro que no cree que pueda reformarse en esta legislatura y explicó que, en todo caso, debe recoger el trabajo del Pacto. «El Pacto es un éxito rotundo, que acaba de entrar en una segunda fase. Legislativamente, planteamos el Decreto de Contención Turística. Hemos llegado a un límite y las patronales también coinciden. No hay altas sino hay bajas. Hoy existen cerca de 615.000 plazas turísticas. Somos conscientes que la Ley turística necesita una profunda modificación, pero creo que debe recoger los debates que se produzcan en el Pacto por la Sostenibilidad. No se si llegaremos en esta legislatura», explica.
Marga Prohens puso en valor el Decreto de Contención aprobado. «Nos comprometimos a recuperar la DA4. Si hubo una norma que facilitó la modernización, la puesta a punto de los establecimientos hoteleros fue la Ley de 2012 con la DA4. Con el Decreto de Contención extendemos la DA4 a la oferta de restauración y comercio para que pueda sumarse a la modernización… Era importante levantar la moratoria sin crecer en plazas. No hay ningún sector que nos haya solicitado más plazas. El Pacto era una apuesta de riesgo, pero consideramos que debíamos asumirlo. Somos la primera región europea que asume una transformación desde el crecimiento, no desde la necesidad. Nosotros tenemos un modelo que si queremos preservar para el futuro necesita una transformación. Y no hablo de cambio de modelo. La transformación no es una cuestión de una legislatura. Además, hemos de estudiar como abordamos el crecimiento demográfico», indicó y Bauzá quiso matizar que el Decreto ha aumentado las sanciones a los ilegales en un 25%.
Rosario Sánchez recalca que Balears siempre ha sido pionera en turismo y considera que el Pacto es una excelente oportunidad. «No podemos desligar el incremento poblacional del éxito turístico. Estamos en un momento crucial, puesto que estamos hablando de modelo social y de modelo demográfico. Yo me ilusioné con el Pacto por la Sostenibilidad. Balears ha sido un modelo turístico durante años. El impuesto de turismo sostenible fue muy cuestionado y hoy es ampliamente aceptado. Es casi un signo de modernidad. La moratoria de plazas, el decreto contra los excesos, el pacto para limitar los cruceros... son ejemplos de decisiones de calado. Yo espero medidas concretas del Pacto», explica y Bosch recalca que «pensamos que el Pacto es una buena oportunidad, siempre y cuando se traduzca en medidas concretas y no solo en buenas intenciones».
Vich coincide en el acierto del Pacto y recuerda que las decisiones no serán del agrado de todos, pero deben ser asumidas. «Es un acierto el Pacto. Hemos de tener altura de miras. Los resultados deberán ser asumidos, sabiendo que no serán del agrado de todo el mundo», explica. Pastor coincide también en señalar las bondades del Pacto y matiza que falta saber qué medidas adopta. «El Pacto es una excelente idea. Ha servido para recoger un buen número de propuestas, incluso de aquellas entidades que decidieron salirse. El resultado final dependerá de las medidas concretas. Yo mismo he abogado por menos turistas que gastasen más. Cuando asegurábamos que debieran pagar más nos referíamos al precio hotelero. No pensábamos en qué el incremento de precios afectaría a casi todo. Ha subido tanto el gasto que incluso muchos turistas han de gastar menos», asegura.
Matutes se suma a los elogios al Pacto. «La idea de un proceso participativo me parece fantástica, es propia de una sociedad madura. Los hoteleros hemos apostado por una política de contención. En el sector turístico estamos acostumbrados a que nos señalen con el dedo, pero no siempre somos los malvados de la película. El incremento poblacional conlleva dificultades. A nosotros nos gustaría poder repartir los turistas en un periodo más largo de tiempo, pero hay hábitos sociales y la gente viaja cuando quiere y puede. Ahora bien, sí que podemos tomar medidas para que no se nos vaya de las manos», argumenta.
Rosario Sánchez explica que «el incremento poblacional va ligado al éxito turístico» y Matutes asegura que «el sector hotelero no tiene la culpa de todo». Prohens incide en qué la contención provoca consenso y explica que es imprescindible invertir en infraestructuras para dar respuesta al incremento poblacional y mejorar la vida de los residentes. «La contención turística provoca consenso, que no es crecimiento ni de decrecimiento. La inversión pública debe dar respuesta al crecimiento demográfico», asegura y explica que es necesario invertir en infraestructuras, en transporte público, en vivienda pública o a precio limitado con una priorización por ley para la gente de aquí. Por otro lado, hemos de transformar el modelo sin renunciar a ser una economía turística. Finalmente, se ha de considerar la idiosincrasia de Balears. Somos un territorio frágil, limitado y además con una cultura, un patrimonio, una lengua, que es propia...», señala. Vich, por su parte, añadió que «nosotros hace años que lo decimos y que trabajamos para esto, más volumen no, más valor si. Ya no se puede crecer más en número de turistas, pero si que hay espacio de crecimiento en valor».
Barceló expone que el alquiler vacacional «aporta una distribución de la riqueza turística. Lo que hacemos es que el turismo llegue donde de normal no lo haría, como es en Pla de Mallorca, puesto que no hay hoteles, ya que es inviable. Ahora, en muchos pueblos del centro de Mallorca se pueden ver a turistas». Además, añade que «el alquiler vacacional, históricamente en las Islas, se han alquilado las fincas familiares para mantener el patrimonio, ahora esto está en manos de extranjeros que están alquilando ilegalmente a amigos y conocidos». Admite, además, que «nosotros hemos sido víctimas de la oferta ilegal, no tiene nada que ver con nosotros». Vich remarca su posición en contra de la oferta ilegal y recuerda que «el sector hotelero ha convivido toda la vida con el alquiler vacacional, nosotros siempre hemos estado en contra de la oferta ilegal». También, aborda el tema de la falta de vivienda y explica que «creo que el problema de la vivienda y de la oferta ilegal es problema de una ley estatal de ocupación de vivienda. Hay muchas viviendas vacías y esto se debe a que los mallorquines no se atreven a alquilar el piso y por ello tenemos mucha ocupación y gente que prefiere ir a la oferta ilegal». Prohens admite que «el acuerdo de Airbnb no se hace de un día para otro, empezó la legislatura anterior, por lo que, las otras islas van cuatro años por detrás». Llull defiende que «el alquiler turístico ilegal si que es un problema, sobre todo, para aquellos que queremos hacer las cosas bien». Bauzá puntualiza que «el 2% de las viviendas de estas islas dedicadas al alquiler turístico no son el problema. Existen entre el 16% y el 18% de las viviendas que están vacías. El Govern ha implementado un programa de Lloguer Segur, porque existe un problema de inseguridad a la hora de alquilar. Creo que hay margen para reducir el número de viviendas vacías».
Por su parte, Sánchez recalca la importancia de la regulación del alquiler turístico, «creo que nosotros fuimos los primeros en el 2017. No en toda España están sujetos a un régimen de regulación, ni hay un número de registro, aunque ahora empieza a haberlo. Yo creo que es un modelo de éxito. Un ejemplo de ello es la prohibición del alquiler turístico en plurifamiliares en Palma y en Eivissa». La secretaria del Estado de Turismo defiende que «el éxito turístico es una oportunidad para la diversificación y esto esta reflejado en la estrategia 2030. Nosotros estamos experimentando como empresas tecnológicas se están internacionalizando gracias al nuevo hub turístico de nuestro país. Cuando se habla de diversificación nunca debemos perder de vista que nuestro éxito es turístico». También habla de España Turismo 2030 que «será más novedosa para el resto de España, aunque para Balears tenemos muchos ámbitos de las cuestiones que ya están desarrolladas. Hay un consenso general de tener un modelo sostenible económicamente, socialmente, medioambientalmente y que no es exclusivo. 18 de los 22 ministerios han hecho aportaciones a las 50 metas que han establecido y han presentado 148 acciones concretas para mejorar el modelo turístico español».
Nordfeldt cuenta que la sostenibilidad es uno de los ejes estratégicos de Air Europa, «tenemos un plan con más de 60 acciones de sostenibilidad, que para nosotros es un reto muy grande. Tenemos el objetivo de reducir el 30% de las emisiones para el 2030 con referencia al 2015. Hemos llegado en agosto al 22,67% con los nuevos aviones y sobre todo en las nuevas innovaciones que se están llevando a cabo. Estoy segura de que vamos a llegar». La directora de sostenibilidad de Air Europa también hizo referencia a otras de las acciones que realizan como «la gestión responsable de los residuos. Trabajamos para reducir al máximo el uso de plásticos y envoltorios, realizamos una correcta segregación y nos aseguramos de que estos residuos se gestionen adecuadamente para hacer realidad la economía circular».
Juan explica cómo puede llegar a afectar los problemas económicos de Gran Bretaña, Francia y Alemania al turismo, «podría afectar teóricamente al flujo de visitantes en Balears los problemas que tienen porque es cierto que la economía francesa, inglesa, alemana y la Unión Europea tiene dificultades para crecer, a penas están en un 1%. Nosotros no creemos que llegue a afectar porque en los últimos años también tenían estos problemas y el flujo de visitantes solo se ha visto afectado con una bajada en los alemanes, pero se ha suplido con otros destinos o con mayores ingresos. En segundo lugar, hay una resistencia muy grande por parte de los residentes europeos a renunciar a sus vacaciones y en muchos casos en Balears es un destino muy consolidado para ellos y es muy difícil que esto llegue a afectar». Además, expone que «todo el mundo está muy preocupado por no concentrar a todos sus clientes en un único mercado y se han preocupado por abrir la red de países donde poder llenar sus hoteles. Pensamos que en el futuro hay que vigilar la inversión, ya que la modernización hotelera nos ha dado una era dorada en los últimos años y pensamos que debemos seguir en ese camino para que los turistas decidan seguir viniendo a Balears».
La falta de personal cualificado y el absentismo laboral fueron otros de los temas que se trataron en el encuentro. Llul admite que «hoy en día la formación profesional ya no está mal vista. Esto nos ayuda a tener a gente más formada en los diferentes trabajos que nosotros necesitamos, ya sea en hostelería o en otros sectores». No obstante, «desde la pandemia hasta ahora hemos duplicado el número de bajas. No es fácil encontrar personas para trabajar. Al empezar la temporada tenemos un presupuesto y hemos tenido que aumentar el presupuesto de personal, ya que tenemos que contratar a más gente de la que necesitamos porque sabemos que dentro de unos meses se pondrán de baja». Llull destaca, también, que «es importante que en los meses de invierno o de temporada media-baja, el cliente cuando salga del hotel tenga algo que hacer porque si todo está cerrado, el cliente no encuentra atractivo salir a la calle. Mallorca es atractiva, tiene mucho más que sol y playa, pero si no lo comunicamos, el cliente no lo sabe, entonces son una serie de cosas que podrían ayudar mucho a que las temporadas sean más largas».
Matutes defiende que «la estacionalidad, desgraciadamente, existirá siempre, puesto que una parte importante de nuestro turismo viene por cuestiones climatológicas. La podemos paliar y lo estamos haciendo, pero no creo que sea nuestro principal problema». En cuanto a la falta de personal cualificado, «es un problema crónico de difícil solución. Parece mentira que en un momento de tanto crecimiento poblacional sea tan complicado encontrar trabajadores». Y añade que «hay que adoptar algunas medidas de éxito. Si hace veinte años nos hubieran dicho que en Eivissa un partido conservador pondría una limitación al número de vehículos, nos habrían dicho que no era posible. Se tiene que ser valiente. Hay que estar dispuesto a hacer cosas que no haríamos en otras circunstancias. Por otro lado, hay que desmontar los mitos antiturísticos. El turismo es una industria que genera bienestar».