La temporada turística de 2025 ha dejado un sabor agridulce entre las pequeñas y medianas empresas de Formentera. Precisamente, la patronal de la pequeña y mediana empresa de la pitiusa sur ha analizado este mes de diciembre los resultados de su encuesta de valoración de temporada, que elaboran a partir de las respuestas de 52 empresas de todos los sectores. En su conjunto, se refleja una mejora global de resultados respecto a 2024, pero se arrastran problemas estructurales que preocupan seriamente al tejido empresarial de la isla. Se vende, se trabaja y se resiste, pero cada vez con más costes y menos margen.
Esta encuesta arroja que casi el 50% de las empresas que han participado en el sondeo califica la temporada como buena o muy buena, un avance significativo frente al 40% registrado en 2024. Paralelamente, se ha producido una clara reducción de las valoraciones negativas: solo el 11,76% considera que la temporada ha sido mala o muy mala cuando en la temporada de 2024 ese porcentaje se elevaba hasta el 21%. Para Pimef, estos datos confirman que la temporada «ha sido mejor que la anterior», aunque matizan que la mejora no ha sido homogénea ni suficiente para compensar el fuerte aumento de los gastos empresariales. La evolución mensual de la actividad económica permite entender mejor esta percepción. En este sentido, el mes de junio se consolida como el mejor valorado de toda la temporada, mientras que octubre vuelve a aparecer como el periodo más flojo, repitiendo un patrón que ya se ha observado en ejercicios anteriores. De esto se extrae que la temporada turística en Formentera sigue concentrándose en pocas semanas de alta intensidad, lo que dificulta la estabilidad de muchos negocios.
Los datos de mayo confirman un arranque débil: el 43,1% de las empresas califica ese mes como regular, un 13,8% como malo y apenas un 9,8% como muy bueno. Junio, en cambio, marca un punto de inflexión claro, con un 62,7% de valoraciones buenas y un 11,8% de valoraciones como muy buenas, mientras que las opiniones negativas se reducen al 5,9%. Julio y agosto como meses centrales de la temporada concentran los mejores resultados del verano. Así, en julio el 64,7% de las empresas valoró la actividad como buena o muy buena, porcentaje que en agosto ascendió al 72,6%, con un 23,5% de valoraciones muy buenas, el dato más alto de toda la temporada. Septiembre mantiene todavía un tono positivo, pero octubre, considerado como mes clave junto a mayo para lograr la desestacionalización, vuelve a mostrar signos de agotamiento con un 27,5% de valoraciones malas y un 2% de muy malas.
Uno de los indicadores que la patronal de la pequeña y mediana empresa de Formentera viene incorporando en los últimos años y que empieza a mostrar una evolución positiva es la percepción de la relación calidad-precio. En 2025, el 26,67% de los empresarios considera que Formentera ofrece una buena relación calidad-precio frente al 16% del año pasado. Desde la patronal destacan que esta pregunta ha servido como un «estímulo interno» para que muchas empresas apuesten por mejorar servicios, atención y producto, conscientes de que el cliente es cada vez más exigente y compara más que nunca.
Sin embargo, esta mejora convive con un problema estructural que no deja de agravarse: el coste fijo de los negocios. La encuesta revela un incremento del 2% de empresarios que cuentan con un local en propiedad, lo que ha reducido ligeramente el peso del alquiler. Aun así, el dato más preocupante es la escalada de los precios de arrendamiento. Nada menos que el 40% de los encuestados afirma pagar más de 8.000 euros mensuales de alquiler frente al 10% que se situaba en esta franja en 2024. La patronal Pimef lanza un mensaje de alarma y apela al «sentido común» en la fijación de precios, recordando que estos incrementos acaban repercutiendo directamente en el precio final que paga el consumidor. A este escenario se suma el aumento generalizado de los costes empresariales. La práctica totalidad de los empresarios reconoce haber sufrido en la presente temporada turística un nuevo encarecimiento de las materias primas, los suministros de agua y electricidad, el transporte de mercancías y los impuestos. La triple insularidad sigue penalizando la logística y el abastecimiento, reduciendo la competitividad de las pymes locales frente a otros destinos.
Uno de los factores que más impacta en la rentabilidad es la vivienda para los trabajadores, que vuelve a ser el principal problema de la pitiusa sur. Según la encuesta, más de la mitad (en concreto, el 60%) de los empresarios asume el coste del alojamiento de su plantilla. Este gasto añadido, unido a los alquileres comerciales y al resto de costes, ha provocado una bajada significativa de la rentabilidad, incluso en empresas que han mantenido o mejorado su nivel de ventas.
LOS PRECIOS.
No es extraño, por tanto, que el 44% de los empresarios declare su intención de subir precios de cara a la temporada de 2026. Una decisión importante que se presenta más como una necesidad, según explican, que como una estrategia y que vuelve a poner sobre la mesa el delicado equilibrio entre precios, calidad y sostenibilidad del modelo turístico de la isla. La encuesta también refleja un clima de preocupación, ya que algunos empresarios reconocen haberse planteado traspasar o liquidar su negocio e incluso iniciar proyectos fuera de Formentera ante la enorme dificultad de mantener la actividad en las actuales condiciones.
SECTORES.
En el ámbito de la restauración, los datos confirman una disminución del conocido como «efecto fin de semana», tradicionalmente clave para muchos establecimientos de Formentera. A ello se suma un aumento de las quejas de los clientes por la falta de opciones de ocio nocturno, una cuestión que no es nueva pues ya había surgido en encuestas de años anteriores, pero que ya no preocupa solo a los empresarios sino también a una parte creciente de la población residente, que percibe una pérdida de dinamismo y atractivo.
Desde la patronal del pequeño y mediano comercio de la pitiusa menor aseguran haber trasladado al Consell de Formentera «propuestas y soluciones acústicas» para compatibilizar la actividad de ocio con el descanso vecinal. El objetivo, según explican, es avanzar hacia un modelo de «convivencia sostenible» que permita mantener la oferta de ocio sin deteriorar la calidad de vida, evitando así una espiral de restricciones que termine perjudicando al conjunto de la economía local. En el sector comercio, la encuesta deja un mensaje algo más optimista, pues los empresarios perciben una mejoría en el problema de la venta ambulante ilegal, lo que indica que las acciones de control impulsadas por la administración están dando resultados. Aunque el problema no se considera completamente resuelto, sí que se aprecia una reducción de su impacto, especialmente en las zonas más sensibles.
SERVICIOS PÚBLICOS.
La valoración de los servicios públicos e infraestructuras vuelve a mostrar contrastes muy marcados. Las conexiones marítimas en temporada alta obtienen una nota elevada, 8,48 sobre 10, mientras que en temporada baja caen hasta el 5,33. El transporte público, el suministro de agua o las telecomunicaciones se mueven en valores medios, pero los trámites administrativos, el aparcamiento en la zona de la Savina, el estado de carreteras y las instalaciones portuarias figuran entre los peor valorados. Tampoco dan el aprobado a la gestión política del Consell de Formentera ni del Govern, con notas ligeramente superiores al cuatro.
La temporada del presente año deja buenas sensaciones entre los pequeños y medianos empresarios de Formentera, pero no se muestran cien por cien optimistas sino más bien prudentes. La temporada se salva, pero el margen se estrecha. Formentera sigue siendo un destino atractivo, pero cada vez más caro de gestionar y mantener. La gran incógnita es hasta cuándo podrá sostenerse este equilibrio sin poner en riesgo la viabilidad de muchas pequeñas empresas mantienen viva la economía de la isla.