El conseller de Hacienda y Presupuestos, José Vicente Marí, ha afirmado este lunes que el Govern cerrará la legislatura con una deuda financiera de 8.177 millones de euros y sin deuda comercial, puesto que las facturas a proveedores se pagan en 36 días.
Marí ha asegurado en el pleno del Parlament que el incremento de la deuda autonómica previsto por el Banco de España responde a la asunción de los 2.000 millones de euros en pagos pendientes a proveedores que dejó el ejecutivo del Pacto de Progreso.
El conseller, protagonista del turno de preguntas al Govern de la sesión plenaria con seis intervenciones, ha replicado a las críticas del diputado socialista Marc Pons que, «a 30 de junio de 2015, no encontrará facturas en los cajones del Servicio de Salud» como le ocurrió al actual ejecutivo, que tuvo que hacer frente a 767 millones de deuda del Ib-Salut.
Ha subrayado que mientras que con el Govern del PP la deuda financiera de la comunidad ha crecido un 55 %, durante la legislatura del Pacto de Progreso se disparó en un 125 %.
«El balance en materia económica es positivo», ha resumido Marí, que ha recalcado que «ha costado muchos esfuerzos a los ciudadanos volver a una buena situación» dado el estado de las arcas públicas en 2011 y la crisis económica que sufría la Comunidad.
Reducción
También ha destacado que su Govern ha hecho un importante trabajo de reducción del déficit, pese a que este año superará ligeramente el objetivo fijado por el ejecutivo estatal.
La portavoz parlamentaria del PP, Mabel Cabrer, ha incidido en que el Govern de izquierdas generó un «caos» que llevó a la «quiebra» a Baleares, donde «los proveedores no cobraban y los bancos no daban crédito».
El socialista Marc Pons ha cuestionado las cifras de deuda aportadas por el conseller Marí según la previsión del Banco de España y ha afirmado, a partir de datos de fuentes oficiales, que el pasivo financiero real asciende a 9.034 millones de euros.
«Esto es lo que ustedes ahora han publicado, imaginen lo que nos podemos encontrar el día que entre un nuevo Govern», ha declarado Pons, para quien «lo peor es que se han endeudado hasta las cejas para no hacer absolutamente nada».
También el portavoz parlamentario adjunto del PSIB, Vicenç Thomàs, ha reprochado al Govern que, pese a proclamar su ortodoxia económica para justificar «recortes durísimos», no haya cumplido con los objetivos de déficit ni haya reducido la deuda.