Ciudadanos ha presentado hoy sus candidatos a la presidencia del Govern balear, Xavier Pericay, al Ayuntamiento de Palma, Pep Lluis Bauzá, y al Consell de Mallorca, Catalina Serra, con la intención de «vertebrar mayorías» de gobierno en las instituciones públicas para trabajar para «todos» los ciudadanos.
Ciudadanos se presenta en Balears a estas tres instituciones y probablemente en Calvià y Son Servera, pero ni al resto de municipios ni a los consells insulars de Menorca, Ibiza y Formentera.
El secretario general de Ciudadanos, Matías Alonso, ha viajado hoy a Palma para presentar a estos candidatos y ha afirmado que su formación es un «partido de centro», ni a la derecha ni a la izquierda, con vocación de formar mayorías de gobierno en las que, como primer principio, figura que no haya ninguna persona vinculada a ningún asunto de corrupción.
Ciudadanos esperará al día después de las elecciones para analizar los resultados y, a partir de lo que decidan los ciudadanos, negociar con el resto de partidos.
En el caso de Balears, Alonso no ha comprometido un posible apoyo de Ciudadanos ni a los partidos mayoritarios como PP y PSIB, ni al resto como MÉS o Podemos.
El único aspecto de la línea programática de Ciudadanos en Baleares que ha desvelado Pericay es la necesaria de mejorar la educación, un «problema que es necesario abordar» ante el elevado fracaso escolar en España y en las islas.
Sobre la enseñanza de la lengua, Pericay ha defendido los postulados de la Fundación Jaume III, de la que forma parte y que postula la enseñanza de las modalidades lingüísticas propias de cada isla. En las aulas, ha mantenido, las clases se deben impartir un 40 por ciento en catalán, otro 40 por ciento en castellano y un 20 por ciento en una tercera lengua extranjera.
Personatge desconegut i que només apareix com resultat de que el proposa un partit al que les televisions privades i altres mitjans el fan sortir a tota hora, com en el seu moment van sortir els líders de Podemos i que els veies fins i tot dins la sopa a hora de dinar, fins que algú va dir : prou n'hi ha.