La avalancha turística que se prevé este verano en Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera saturará todos los servicios e infraestructuras de las Islas.
Govern, touroperadores y la industria turística se muestran preocupados ya que, además de estar en juego la imagen de Balears en el extranjero, habrá que afrontar una llegada masiva de visitantes fruto de los desvíos que se han producido de Turquía, Egipto y Túnez por el terrorismo yihadista.
Suministro de agua y de electricidad, capacidad de las depuradoras, saturación de playas y carreteras, recogida de basuras en las zonas residenciales... son cuestiones que llevan meses analizándose «porque hay que garantizar el suministro de estos servicios y dar la mayor calidad a turistas, visitantes y residentes».
El vicepresidente y conseller de Turisme, Biel Barceló,afirma que al final se subsanarán los problemas: «En materia eléctrica estamos tranquilos, ya que estamos conectados a la Península con el cable. En cuanto a la distribución del agua, las desaladoras funcionarán a pleno rendimiento para garantizar este servicio. En materia de ocupación de playas en zonas protegidas se actuará en consecuencia, así como en otros servicios».
Las empresas de distribución y navieras están a pleno rendimiento para aumentar los stocks en grandes superficies, supermercados e hipermercados de todas las Islas.