Dos años después del episodio de 'mamading' (felaciones a cambio de alcohol) que supuso el inicio del fin de los excesos en la zona, el mismo entorno empresarial apuesta por el sadomasoquismo como reclamo comercial.
Tal y como queda explicitado en un vídeo difundido por el digital mallorcadiario.com, un cliente es obligado por dos camareras a subirse a una barra de bar, a bajarse el pantalón, los calzoncillos y a ponerse a gatas. Luego, una de ellas, pertrechada con un flagelo, le proporciona 10 latigazos en el trasero desnudo mientras es jaleado por sus compañeros de fiesta. Posteriormente, la segunda camarera le obliga a subirse la ropa interior para, acto seguido, propinarle cinco bofetadas.
Mientras esto ocurre, la segunda camarera sigue con sus tareas tras el velador. Tras los golpes, al cliente le son vendados los ojos y es atado a una barra vertical. Antes de cortarse el vídeo, un hombre disfrazado de mujer se aproxima a la 'presa'.
El Ajuntament de Calvià emitió este martes un comunicado en el que advierte de que va a tener «tolerancia cero» con todas aquellas actividades que supongan una imagen negativa para el municipio. La Policía Local ha abierto una investigación «para identificar el local».